J. Antonio FERNANDEZ Embajador de Cuba ente los Organismos Internacionales de la ciudad de Ginebra

Con permiso... Tres preguntas

En declaraciones a Prensa Latina, el Embajador de Cuba ante los Organizmos Internacionales que tienen su sede en la ciudad suiza de Ginebra, Juan Antonio Fernández, ha asegurado que la Isla valora en términos muy positivos el informe realizado sobre la situación actual del país caribeño por Jean Ziegler, el relator especial sobre el Derecho a la Alimentación de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. En declaraciones a Prensa Latina, el Embajador de Cuba ante los Organizmos Internacionales que tienen su sede en la ciudad suiza de Ginebra, Juan Antonio Fernández, ha asegurado que la Isla valora en términos muy positivos el informe realizado sobre la situación actual del país caribeño por Jean Ziegler, el relator especial sobre el Derecho a la Alimentación de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Para Fernández, Ziegler ha vuelto a ofrecer una prueba evidente de su rigor y su independencia política, a pesar de los múltiples obstáculos y presiones con los que tiene que enfrentarse cada día para realizar correctamente el trabajo que se deriva del mandato que le ha sido otorgado por Naciones Unidas.

-¿Cómo califica Cuba el informe realizado por el funcionario de la ONU Jean Ziegler, sobre la situación de la Isla?

-Desde el punto de vista de la República de Cuba el informe presentado sobre la Isla por el Relator Especial sobre el Derecho a la Alimentación de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Jean Ziegler, en torno a la situación actual de nuestro país es un auténtico ejemplo de cooperación y diálogo que, por supuesto, valoramos muy positivamente. Más aún, creo que es necesario destacar, muy particularmente, la valentía política, la firmeza y la, más que probada, independencia en la actuación de Ziegler, uno de los funcionario del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU que se ve más obligado de modo casi constante a sortear presiones de mucha intensidad que le llegan desde muchos ámbitos y a enfrentarse para realizar su trabajo a una gran cantidad de obstáculos artificiales diseñados para impedir que cumpla su mandato en los términos en los que está establecido por la propia organización de la que forma parte. También apreciamos la recomendación realizad por el Relator al Gobierno de EEUU para el levantamiento del ilegal bloqueo económico, comercial y financiero.

-¿Qué ha cambiado para que la Isla haya suscrito ahora los pactos sobre derechos humanos de la ONU?

-Evidentemente, han cambiado cosas. Como, por ejemplo la composición de la CDH (de la que ahora La propia Cuba forma parte). La anterior estaba totalmente desacreditada por el control que EEUU ejercía sobre ella y que se vió reforzado hasta lo inimaginables por la Administración Bush. La visita de Ziegler fue un primer paso. Y quiero puntualizar que esta visita tuvo lugar tras la corrección en 2007 de la injusticia histórica que representaba la existencia de un mandato contra la Isla, impuesto por Washington mediante el chantaje y la presión en la ya desaparecida CCH anterior. El viaje de Ziegler a La Habana fue, por lo tanto, el primero de un procedimiento especial del CDH a Cuba. Nuestro Gobierno, por éso, brindó toda su cooperación al Relator para que pudiera efectuar su labor en las condiciones más favorables. Además, la Isla ha reiterado aquí en Ginebra su disposición de invitar a otros titulares de procedimientos especiales del Consejo, siempre que se mantenga el ambiente constructivo y de cooperación entre las partes que hoy reina en este órgano de la ONU.

-¿Cuáles son, entonces, los próximos pasos que se plantea Cuba en este proceso de colaboración con la CDH?

-Como sabe, el pasdo 28 de febrero pasado, Cuba firmó el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en la sede de la ONU en Nueva York. Ahora, el país ha comenzado su preparación para comparecer ante el Mecanismo de Revisión Periódica Universal y a tales efectos se ha iniciado un amplio proceso de consultas con todos los sectores de la sociedad civil cubana para preparar nuestro informe nacional. Quiero reiterar que si hemos hecho esto ahora y no antes, porque por principios, y por mandato constitucional, Cuba jamás ha actuado ni actuará bajo presiones. La imposición y las presiones jamás funcionaron ni funcionarán ahí donde haya un país dispuesto a defender su soberanía y sus principios, por encima de todo, como es nuestro caso. Es completamente distinto, cuando el marco cambia y lo que reina es la colaboración entre las partes. Además, la actuación del Relator Especial ha probado una vez más que hay maneras distintas de hacer las cosas para promover los derechos humanos.

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