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Kirby JONES Presidente de la Asociación Comercial Cuba-EEUU

Con permiso... Tres preguntas

En declaraciones a Cuba Económica, el presidente de la Asociación Comercial Cuba-EEUU, Kirby Jones, asegura que la mayor parte de los empresarios de Florida tienen verdadero interés en comerciar con Cuba y hacer negocios allí. Y también el propósito de hacer oír su voz para evitar que el habitual ruido político que se produce siempre en ese estado dé una imagen errónea del asunto a la opinión pública internacional. También se manifiesta seguro de que las últimas acciones del Departamento del Tesoro de EEUU no quebrarán las actuales relaciones económicas bilaterales que van a consolidarse. En declaraciones a Cuba Económica, el presidente de la Asociación Comercial Cuba-EEUU, Kirby Jones, asegura que la mayor parte de los empresarios de Florida tienen verdadero interés en comerciar con Cuba y hacer negocios allí. Y también el propósito de hacer oír su voz para evitar que el habitual ruido político que se produce siempre en ese estado dé una imagen errónea del asunto a la opinión pública internacional. También se manifiesta seguro de que las últimas acciones del Departamento del Tesoro de EEUU no quebrarán las actuales relaciones económicas bilaterales que van a consolidarse.

-¿Cómo surgió la idea de establecer un capítulo de su asociación, nada menos que en el estado de Florida?

-La posibilidad de establecer un capítulo de nuestra asociación en Orlando empezó a tomar cuerpo hace un año, cuando mantuvimos una serie de reuniones con varias compañías estadounidenses que ya hacen negocios con Cuba o que estaban interesadas. El principal objetivo era buscar fórmulas comunes para proteger el comercio con la Isla e intentar impedir que las presiones externas terminasen con la relación económica bilateral que ya existe. A raíz de aquellos encuentros, detectamos que había un gran interés en Florida por el asunto. Y esas empresas de Florida pensaron que si formalizaban su relación y creaban un capítulo de la asociación allí, tendrían buenos mecanismos de comunicación. Que era bueno unirse. Las compañías que ya son miembros de la asociación insisten en que el ruido político no representa la realidad de Florida. De hecho, allí existe un interés claro por hacer negocios con Cuba. Sobre todo por la cercanía. Esa es una razón específica para intentar destruir la imagen que ahora se tiene en el exterior de este estado.

-¿Se cumplieron los objetivos del seminario organizado por usted en febrero que reunió a las petroleras de EEUU con las autoridades de EEUU?

-Sí. Se cumplieron. El seminario de las autoridades cubanas con las petroleras tuvo un objetivo claro: que se produjera un intercambio de información entre las autoridades cubanas y las empresas estadounidenses del sector. Estos eventos son importantes porque las compañías de EEUU no disponen de mucha información real sobre Cuba. No es fácil, de momento, que se pase de ahí. Pero hay conversaciones y están empezando a investigarse las posibilidades de cara al futuro. Nosotros pensamos que éste es un proceso irreversible también en el sector petrolero. De hecho, en el sector agroalimentario ya hay 135 compañías estadounidenses que comercian con Cuba en todo el país y hemos recibido consultas de miles de empresas interesadas. Y como es público recientemente se han firmado nuevos compromisos de compra. Yo he estado recientemente con el presidente de Alimport (la empresa cubana que se encarga de las exportaciones), Pedro Alvárez, y no hay ninguna indicación de que la Isla tenga pensado reducir su volumen de compra.

-¿Qué opina del curioso incidente ocurrido durante ese seminario en el hotel Sheraton de México?

-Lo que ocurrió en el Sheraton mexicano, es un contrasentido. ¿Podría Washington prohibir a un hotel estadounidenses en París que vendiera ron cubano? Yo creo que no y probablemente no lo haría. He de decir que no nos lo esperábamos. Yo he participado en más de nueve seminarios y nunca había habido problemas. En este caso, la decisión del Tesoro tiene poco sentido y forzó a una compañía privada a incumplir las leyes mexicanas. Porque México tiene una ley en la que se especifica que acatar las normas estadounidenses que refuerzan en el embargo es ilegal. De hecho, el Sheraton ha tenido que pagar una multa de 112.000 dólares por expulsar a las autoridades cubanas. Y, además, el seminario se celebró, porque la delegación cubana cambió de hotel. Hubo mucha espectacularidad en las formas, pero pocos resultados prácticos. Aunque quizá era precisamente el espectáculo lo que se buscaba. Sin embargo, en mi opinión, no se va a producir una caída del comercio bilateral por culpa de este tipo de acciones, aunque puede que no haya aumentos tampoco, este año.

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