En declaraciones a Prensa Latina, la coordinadora de la Brigada Médica Cubana (BMC) en Bolivia, María Isabel Martínez, ha asegurado que habría que calificar de encomiable el trabajo que han realizado en este país los médicos cubanos que se han desplazado hasta allí en el período de dos años y medio en el que se viene desarrollando esta labor humanitaria. En declaraciones a Prensa Latina, la coordinadora de la Brigada Médica Cubana (BMC) en Bolivia, María Isabel Martínez, ha asegurado que habría que calificar de encomiable el trabajo que han realizado en este país los médicos cubanos que se han desplazado hasta allí en el período de dos años y medio en el que se viene desarrollando esta labor humanitaria. Gracias a los miembros de la Brigada, los servicios médicos y el acceso a la salud han llegado hasta zonas en las que jamás se contó con este tipo de recursos, por la falta de dinero de sus habitantes. Además, la Isla ha incluido a este país del ALBA dentro del programa de intervenciones quirúrgicas oftalmológicas integrado en la ‘Operación Milagro‘ y ya se han realizado más de 18.000 operaciones de este tipo.
-¿Cuál es su percepción sobre el trabajo que ha realizado en Bolivia la Brigada Médica Cubana?
-La Brigada Médica Cubana (BMC) llegó a Bolivia hace poco más de dos años y medio y ha extendido su trabajo por todo el territorio del país. Pienso que el trabajo desplegado a lo largo de ese período de tiempo por los profesionales de la Isla es, realmente, digno de encomio. Han tenido que enfrentarse a unas condiciones complejas y desconocidas, para llevar a cabo su labor que ha consistido en dar servicios sanitarios a pacientes de diversas razas, etnias y filiaciones políticas, en los nueve departamentos de esta nación. Además, la asistencia médica se ofrece en ciudades, barrios y comunidades aisladas, donde nunca antes había existido la posibilidad de curar a una persona con métodos científicos. Los integrantes de la BMC han realizado más de 16,6 millones de consultas en Bolivia. Otro aspecto importante dentro del trabajo que se desarrolla aquí son los programas de educación para la salud que desarrollamos en los barrios marginales. Zonas que han tenido un acceso limitado a la medicina durante años y años, sólo porque sus pobladores no contaban con el dinero suficiente para poder permitírselo.
-¿Qué aspectos del trabajo médico realizado han sido más determinantes en la misión?
-Hay aspectos como la donación por Cuba de hospitales integrales comunitarios y centros oftalmológicos que han permitido elevar la calidad de la atención ofrecida, en particular en los casos de urgencia. También creo que tiene una gran significación el papel de los médicos comunitarios, que no sólo atienden en la localidad donde residen, sino que también visita zonas aledañas. Parte de ese proceso esta integrado en eventos conocidos con el nombre de ferias de salud, que permiten a los especialistas llegar a la población para llevar a cabo su tarea médica y realizar el seguimiento de casos ya tratados y la detección de personas enfermas. A su vez, gracias a los oftalmólogos cubanos en la ‘Operación Milagro‘ unos 18.000 bolivianos han sido sometidos a intervenciones quirúrgicas de la vista. La mayoría de los servicios se prestan en un hospital oftalmológico en Sucre, pero los doctores cubanos también se trasladan con frecuencia a intrincados parajes de ese territorio para realizar operaciones y ofrecer consultas. También se han entregado de manera gratuita cerca de 6.900 gafas a personas con problemas de visión.
-La Brigada realiza, además, un trabajo específico y concreto en la localidad de La Higuera?
-La vinculación del guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara con la localidad de La Higuera, convierte a ésta en un lugar especial para la BMC. Este pequeño poblado donde asesinaron al Che es un sitio de honor en el que trabajan los médicos con más méritos acumulados. Por allí pasan dos facultativos que tras trabajar seis meses son relevados por otros compañeros. El proyecto en La Higuera surgió en marzo de 2006 y poco después se inició la remodelación de la posta médica del pueblo, con el respaldo de los dirigentes locales. Gracias al esfuerzo conjunto se pudo construir un consultorio con mejores condiciones y comenzaron a brindarse diversos servicios, como estomatología, entrega gratuita de gafas y apoyo vital avanzado. Además, la pareja de galenos garantiza la atención a varias comunidades aledañas, con lo cual completan una cobertura cercana a los 800 ciudadanos. Además, se desarrollan aquí actividades que trascienden la función médica, como la alfabetización, la organización de debates, talleres literarios y torneos deportivos. Los doctores también imparten clases básicas de inglés e informática.