Comercio, finanzas, pobreza, crisis, integración, desarrollo, entre otros grandes temas, ocupan desde su fundación hace 35 años al Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), cuya labor también está muy vinculada a los aspectos sociales, ambientales y políticos de la realidad internacional y su repercusión a escala nacional. Comercio, finanzas, pobreza, crisis, integración, desarrollo, entre otros grandes temas, ocupan desde su fundación hace 35 años al Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), cuya labor también está muy vinculada a los aspectos sociales, ambientales y políticos de la realidad internacional y su repercusión a escala nacional. Con motivo de la celebración de su 35 aniversario, Negocios en Cuba dialogó con el doctor Ramón Pichs para conocer de la gestión de esta institución que dirige, y su impacto en la economía cubana.
– ¿Cómo surgió el CIEM?
– El surgimiento del CIEM coincidió con un suceso histórico, la VI Cumbre del Movimiento de Países no Alineados y de hecho sus investigadores contribuyeron en alguna medida con sus trabajos a la preparación de la delegación cubana a ese importante acontecimiento del cual nuestro país fue sede. Poco a poco, este centro se fue involucrando con mucha fuerza en los distintos estudios que se realizaban sobre esta problemática, asesorando a distintas instancias, al Gobierno y, en particular, estableciendo una relación muy estrecha con nuestro líder histórico, Fidel Castro, entidades académicas, incluidas algunas homólogas o afines a nivel internacional. Ejemplo de la labor del CIEM son sus análisis asociados a la campaña contra el pago de la deuda externa de los países subdesarrollados, su impagabilidad e incobrabilidad, las investigaciones sobre el neoliberalismo de los años 90 del pasado siglo y más reciente los estudios relacionados con la crisis global actual.
– ¿Háblenos de la crisis global actual
– Se ha dedicado especial atención a todo el proceso de globalización, a sus dimensiones, comerciales, financieras, tecnológicas, viendo la crisis como un fenómeno multidimensional, estructural, que va mucho más allá de las clásicas a las que la humanidad había estado acostumbrada en etapas anteriores. Esta es una crisis en la que la población más pobre, y sobre todo aquella de los países subdesarrollados, ha recibido el impacto de la acumulación de muchos de estos problemas. Existe una creciente brecha en el contexto de la globalización entre la llamada economía real, la que produce los bienes y servicios, y la identificada ficticia, también conocida como de papel o financiera. Por cada bien o servicio que se produce circula una gran cantidad de flujos financieros y esa brecha entre estas dos dimensiones económicas es lo que alimenta esa especulación rampante que ha caracterizado a todo el proceso de la economía mundial últimamente.
¿Qué otros estudios realiza el Centro?
-Desde el punto de vista social se sigue muy de cerca el flagelo de la pobreza en el mundo, la polarización social a escala global, que afectan a los países subdesarrollados con mucha fuerza. Respecto a lo ambiental, se estudian problemas como la pérdida de la diversidad biológica, la contaminación de las aguas y suelos, junto con el cambio climático, al cual se le presta particular atención. Estas valoraciones demuestran cómo el CIEM, a partir de sus investigaciones, de alguna manera ha estado enfrascado en el seguimiento de las mencionadas problemáticas internacionales. El estudio de la economía para nada significa que la labor de esta institución ignore la nacional. No hacemos investigaciones en abstracto, cuando hablamos de los retos para el desarrollo, también tienen que ver con nuestra realidad porque Cuba es un país subdesarrollado, muy dependiente de sus vínculos externos desde el punto de vista tanto del comercio como de las finanzas.