Los productos alimenticios de Ceballos se han convertido en símbolo de calidad para las amas de casa de Cuba, que buscan expresamente en los mercados -a veces infructuosamente- sus conservas de tomate, de guayaba y otras frutas.
Los productos alimenticios de Ceballos se han convertido en símbolo de calidad para las amas de casa de Cuba, que buscan expresamente en los mercados -a veces infructuosamente- sus conservas de tomate, de guayaba y otras frutas.
En una economía en la cual la calidad de los productos con frecuencia deja que desear porque como muchos afirman todo empieza bien pero termina mal, Ceballos es una especie de rara avis que no solo ha mantenido altos estándares de calidad sino que ha ido incrementándolos hasta ubicarse en la preferencia de la mayoría.
Como resultado, esta empresa agroindustrial de la provincia de Ciego de Ávila fue autorizada por el Ministerio de la Agricultura a exportar sin intermediarios sus productos, lo que le facilitará ganar mayor espacio en el mercado internacional.
Además se prevé una importante expansión al sumársele otras entidades e incluso el centro de Bioplantas y la universidad Máximo Gómez de esa provincia, lo que ampliará y diversificará sus producciones, con el respaldo además de inversiones en las líneas de producción por más de 21 millones de dólares en la última década para elevar de 10 a 30 toneladas por hora la capacidad para procesar mango, de 6 a 24 toneladas la de guayaba y de 4 a 20 en el caso del tomate.
