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¿Aflojan o aprietan?

Para los más interesados, la noticia, que parecía bola de Radio bemba y luego fue confirmada por la prensa, sonó como trueno en cielo despejado, aunque a quienes no se les ha perdido nada en el Norte, también les resultó más que sorprendente. Para los más interesados, la noticia, que parecía bola de Radio bemba y luego fue confirmada por la prensa, sonó como trueno en cielo despejado, aunque a quienes no se les ha perdido nada en el Norte, también les resultó más que sorprendente.

Carlos Alberto, un avispado veterano que sabe más por viejo que por diablo, lo definió con una frase lapidaria: «Con estos yanquis nunca se sabe cuando están apretando o cuando están aflojando».

El caso es que desde el 17 de febrero, los cubanos que se acogen al Programa de Reunificación Familiar deben presentar ante la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana otro papel más, una solicitud de documento de viaje que se llama modelo I-130, y que vale nada menos que 360.00 dólares, que se suman ahora a los 420.00 que ya tenían que erogar por la solicitud de la visa de inmigrante.

El nuevo documento no es tan nuevo, solo que antes era gratuito, pero según las autoridades estadounidenses, desde el 17 de febrero hay que «soltar el guano», con lo cual los gastos se elevan a 780.00 dólares, sin contar los que van sumando por algunas otras gestiones, incluyendo el derecho a acudir a la entrevista en la Oficina de Intereses, pero con el inconveniente de que, si por cualquier motivo el solicitante es rechazado, se pierde todo ese dinerito, lo mismo si lo aportaron los residentes en Estados Unidos o los que en la isla sudaron la gota gorda para ahorrar peso a peso esa suma.

Y sin derecho a reclamación.

Lo más singular del caso es que esa medida ya había sido anunciada al día siguiente de que los presidentes de Estados Unidos y Cuba anunciaran el comienzo de un diálogo encaminado a restablecer las relaciones diplomáticas y normalizar sus vínculos bilaterales después de más de medio siglo de confrontación.

Al parecer, con el embullo por la buena nueva, la mayoría de la gente no le hizo mucho caso al anuncio y solo ahora pusieron los pies en la tierra.

Según han dicho medios de prensa, con medidas como esta, Estados Unidos va dando pasos para reducir los beneficios migratorios que otorga a los cubanos, muy distantes de la situación que enfrentan allí el resto de los que pretenden sumarse al sueño americano, sean de donde sea.

«Por eso -afirma el cascarrabias Carlos Alberto-, mucha gente está más apurada que nunca por alzar el vuelo, porque parece que la Ley de ajuste está en la punta de la piragua».

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