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La locomotora del turismo tira del carro del trabajo privado

Radio Bemba

Aunque parte de la industria estatal cubana parece no engancharse a la locomotora del turismo, quienes se han montado en el trabajo privado, sobre todo propietarios de restaurantes y de habitaciones de alquiler, sí están decididos a aprovechar la buena racha y marchar por la misma línea ascendente de la industria sin humo. Aunque parte de la industria estatal cubana parece no engancharse a la locomotora del turismo, quienes se han montado en el trabajo privado, sobre todo propietarios de restaurantes y de habitaciones de alquiler, sí están decididos a aprovechar la buena racha y marchar por la misma línea ascendente de la industria sin humo.

Desde el Estado la percepción que existía de esos emprendedores va cambiando, y tanto, que si hace unos años eran considerados una competencia desleal, ahora son apreciados como un complemento para satisfacer las necesidades de alojamiento y gastronómicas en cifra nada despreciable, pues solo en La Habana existen 8.000 casas de alquiler y cientos de nuevos restaurantes privados, algunos ya muy reconocidos.

Y los autónomos encantados, sobre todo quienes han establecido vínculos con las agencias del Ministerio del Turismo para insertarse en los paquetes turísticos.

Lissete, periodista devenida empresaria, alquila dos habitaciones bien amobladas y asegura que “desde que hice mis amarres con el MINTUR, no me faltan huéspedes”. Lo mismo opina Carlos Alberto, propietario de un restaurante de la periferia “invadido” con frecuencia por excursiones para degustar su comida criolla, quien advierte que “lo gane el Estado, o nosotros, el caso es que el dinero del turismo se queda aquí”.

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