Soprendente, pero cierto. Algunas prestigiosas publicaciones estadounidenses, como el Harvard International Review, se han ocupado últimamente de glosar la pujanza de los jóvenes expertos tecnológicos que ha formado Cuba en los últimos 20 años. Un grupo de élite, bien preparado y con las ideas claras que se ha desarrollado en un país, en el que todavía casi nadie dispone de acceso a Internet a precios razonables. Soprendente, pero cierto. Algunas prestigiosas publicaciones estadounidenses, como el Harvard International Review, se han ocupado últimamente de glosar la pujanza de los jóvenes expertos tecnológicos que ha formado Cuba en los últimos 20 años. Un grupo de élite, bien preparado y con las ideas claras que se ha desarrollado en un país, en el que todavía casi nadie dispone de acceso a Internet a precios razonables.
La prestigiosa publicación, una referencia mundial en el campo de la información internacional, no tiene reparo alguno en atribuir parte del mérito a Fidel Castro, por la decisión tomada en su día de incluir las disciplinas tecnológicas en la formación general del alumnado cubano. De ahí que los ‘milenials’ de la isla tengan todos los conocimientos teóricos necesarios, a los que habría que sumar el ingenio que se desarrolla cuando resulta necesario ‘buscarse’ la vida para poner en práctica lo aprendido.
Desde el Harvard International Review apuestan por una explosión de ‘start-ups’ a medio plazo, en cuanto el levantamiento del embargo permita a estos ingenieros sin conexión a Internet disponer de las infraestructuras necesarias y del apoyo de los fondos de capital riesgo para financiar sus proyectos. ¡Que tiemble Silicon Valley!
