El Ministerio de Finanzas y Precios decidió tomar cartas en el escabroso asunto de los precios en Cuba y puso topes máximos a la venta a la población en los mercados, estatales y comerciantes particulares, a 25 tipos de hortalizas, frutas, viandas y frijoles. El Ministerio de Finanzas y Precios decidió tomar cartas en el escabroso asunto de los precios en Cuba y puso topes máximos a la venta a la población en los mercados, estatales y comerciantes particulares, a 25 tipos de hortalizas, frutas, viandas y frijoles.
La medida apareció en la prensa el 3 de mayo, pero no tomó por sorpresa a la mayoría, pues desde finales de abril ya era del conocimiento de los vendedores estatales y privados, y entró en vigor solo después de los feriados 1 y 2 de mayo.
Tampoco se han apreciado compras compulsivas en los mercados, abastecidos más o menos como siempre, a pesar de que el tope de aprecios representa un buen alivio para los consumidores, sobre todo en comparación con los últimos meses de 2015 y principios del actual año, cuando los productos del agro “se pusieron por las nubes”.
No obstante, a nivel de Radio bemba muchos prefieren la cautela “a ver qué pasa”, pues aseguran que “si la cosa no funciona” pudiera provocar desabastecimiento a la larga.
Otros, más optimistas, opinan que el margen de ganancias del 40 por ciento previsto para productores y comerciantes “es más que suficiente” y que la cuestión es que estos se quiten de encima la larga cadena de intermediarios y especuladores que decidían los precios y se enriquecían “sin disparar un chícharo”.
