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El queso está perdido en La Habana

Radio Bemba

La aparición y desaparición sucesiva de productos en los mercados de La Habana es casi una costumbre que ya no asombra a los cubanos aunque les moleste, y desde hace semanas, o quizá más, el turno le ha tocado al queso. La aparición y desaparición sucesiva de productos en los mercados de La Habana es casi una costumbre que ya no asombra a los cubanos aunque les moleste, y desde hace semanas, o quizá más, el turno le ha tocado al queso.

En realidad en las shopings por lo general no faltan los quesos gouda, mozarella y otros de producción nacional y con denominaciones criollas, pero sus precios andan por las nubes, incluso el de unas bolsitas de parmesano que duermen el sueño eterno en los estantes porque cuestan “un ojo de la cara”, al decir de muchos clientes.

El faltante es el que está más al alcance del bolsillo, aunque cuesta 30 pesos cubanos(CUP) la libra (poco menos de medio kilo), que los cubanos denominan fundido o proceso y cuya calidad fluctúa de buena a regular sin que ello haga mella en su precio.

La frase “está perdido” es una constante, y mientras unos lo achacan a que el Estado destina las existencias a la merienda escolar que reciben gratuitamente casi todos los alumnos, otros advierten que no hay porque la industria lechera nacional está en crisis y no faltan quienes aseguran que las pizzería privadas arrasan con él.

Y no se encuentra ni siquiera el blanco de fabricación casera, que venden los campesinos, y muchos aseguran que, o se paga a precio de oro o no se come queso.

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