Una buena noticia para los habaneros y los visitantes de la capital: después de un prolongado período de reparaciones, reabrieron casi al unísono todos los restaurantes y cafeterías que le dan vida al ‘Barrio Chino’, ubicado en el corazón de la ciudad. Una buena noticia para los habaneros y los visitantes de la capital: después de un prolongado período de reparaciones, reabrieron casi al unísono todos los restaurantes y cafeterías que le dan vida al ‘Barrio Chino’, ubicado en el corazón de la ciudad.
Debido a la mala costumbre de los cubanos de “dejar caer” las cosas, desde hacía algún tiempo rodaban por ‘Radio Bemba’ los comentarios de que el Barrio Chino, había cerrado “definitivamente”, que estaba “cayéndose a pedazos” y que ya no valía la pena ni pasar por allí, como no fuera para contemplar los establecimientos cerrados y ruinosos.
Pero felizmente no fue así, y ya están de nuevo abiertos los restaurantes y cafeterías estatales y de las sociedades chinas con sus faroles rojos, dragones, abanicos, budas y sus menús con el infaltable arroz frito y pizzas, espaguetis y lazañas en una rara combinación gastronómica quizá única en el planeta.
No obstante, quienes vuelven a frecuentar la zona, se preguntan si no hubiera sido mejor ir reparando poco a poco los establecimientos que necesitaban “pasarle la mano”, en vez de dejar avanzar el deterioro para luego cerrarlo todo de una vez y ofrecer sin necesidad alguna una desagradable imagen de deterioro generalizado de uno de los lugares más pintorescos de La Habana, siempre repleto de nativos y turistas.
