En las tiendas de La Habana, los ‘splits’, esos potentes y carísimos aparatos de aire acondicionado que dormían el sueño eterno, al parecer se han puesto de moda, pues desde hace algún tiempo literalmente desparecen en cuanto salen a la venta. En las tiendas de La Habana, los ‘splits’, esos potentes y carísimos aparatos de aire acondicionado que dormían el sueño eterno, al parecer se han puesto de moda, pues desde hace algún tiempo literalmente desparecen en cuanto salen a la venta.
Los equipos, según marca y potencia, pueden costar entre 500, 600 y más pesos convertibles (CUC), pero todo indica que ese detalle no importa mucho a los comparadores, ante las caras de asombro de quienes esperan ser atendidos para adquirir un modesto ventilador o, cuando más, un aire acondicionado para enfriar una habitación de 4×4.
Según algunos dependientes de las tiendas consultados por Radio Bemba, hay quienes compran los ‘splits’, “de dos en dos y de tres en tres con la mayor tranquilidad del mundo”.
Algunos, en tono de choteo, opinan que “ese quiere convertir su casa en una nevera”, mientras que otros más suspicaces consideran que “esos aparatos, seguro, son para instalarlos en algún restaurante particular”.
Y no parecen andar errados, pues con el boom de los negocios privados en La Habana, cada vez son más frecuentes los que abren sus puertas equipados a todo tren y no les puede faltar “el frío” imprescindible contra la canícula del eterno verano de Cuba.
