La sequía por falta de suficientes lluvias que sigue afectando a Cuba entera se siente no solo por la escasez de agua para el consumo humano y para el riego de los cultivos sino que también tiene otros efectos colaterales que se aprecian en el consumo. La sequía por falta de suficientes lluvias que sigue afectando a Cuba entera se siente no solo por la escasez de agua para el consumo humano y para el riego de los cultivos sino que también tiene otros efectos colaterales que se aprecian en el consumo.
Y uno de ellos es la ausencia de quesos de cualquier tipo en el mercado o incluso «por la izquierda». Los primeros, hace rato que no se ven en las tiendas y muchos se preguntan qué estarán haciendo las plantas procesadoras de ese producto en el país.
Esto, por supuesto, no tiene que ver con la carencia de lácteos en las shoping, donde las mantequillas, la leche en cualquiera de sus formas y el yogurt, casi siempre de importación, solo se ven con prolongadas intermitencias.
Lo que más llama la atención es que los vendedores de queso blanco, que hasta hace un tiempo llamaban de puerta en puerta ofreciendo sus quesos «fresquitos, traídos del campo» tampoco se ven por parte alguna.
Unos aseguran que por la sequía «la leche que dan las vacas no tiene ni grasa» y que los pobres animalitos han reducido notablemente su producción, aunque según otros, con el notablemente aumento de los precios a la leche fresca en los últimos tiempos, muchos productores prefieren venderla toda al Estado antes de emplearla para producir queso.
