Según comentarios de Radio Bemba, la mala calidad del pan que adquieren los habaneros por la libreta de abastecimientos (un panecillo de 80 gramos por persona, diariamente, al precio irrisorio de cinco centavos de peso cubano) es «pi constante» cada vez que los delegados (concejales) deben rendir cuentas a sus electores. Según comentarios de Radio Bemba, la mala calidad del pan que adquieren los habaneros por la libreta de abastecimientos (un panecillo de 80 gramos por persona, diariamente, al precio irrisorio de cinco centavos de peso cubano) es «pi constante» cada vez que los delegados (concejales) deben rendir cuentas a sus electores.
Las quejas son múltiples, unas veces porque están mal horneados, otras porque son demasiado pequeños, y las más porque cuando no tienen suficiente grasa, les falta la levadura necesaria, mientras que los panaderos alegan con frecuencia que la harina es de mala calidad o que los hornos, ya muy viejos, no funcionan bien.
Pero dicen en Radio bemba que «no se sabe cuál es el misterio, porque los mismos panaderos, en las mismas panaderías, hacen otros panes con buena calidad, pero para la venta «liberada» y, por supuesto, más caros, lo cual redobla la inconformidad de los consumidores, renuentes muchos a comprar cada día un panecillo por un peso cubano (CUP).
Ahora la empresa estatal que gestiona ese sector alimenticio lleva a cabo en la ciudad la renovación tecnológica de una cantidad considerable de panaderías con el objetivo expreso de mejorar la calidad y variedad del producto, lo cual muchos aplauden al tiempo que esperan un cambio para bien en «el pan nuestro de cada día».
