La contralora general, Gladys Bejerano, no se cansa de insistir en la necesidad de reforzar el control en las entidades estatales para eliminar el mal uso y el robo de combustible, algo imprescindible para Cuba que carece de suficiente abastecimiento interno y debe importar grandes cantidades de crudo.
La contralora general, Gladys Bejerano, no se cansa de insistir en la necesidad de reforzar el control en las entidades estatales para eliminar el mal uso y el robo de combustible, algo imprescindible para Cuba que carece de suficiente abastecimiento interno y debe importar grandes cantidades de crudo.
La alta funcionaria criticó abiertamente a muchos directivos que no chequean con profundidad el consumo de combustible y no piden cuentas de su uso adecuando.
Las proporciones del robo de ese recurso en las entidades estatales parecen ser enormes a pesar de los constantes recortes en las asignaciones de gasolina y diesel a las empresas, lo cual ha sido corroborado en numerosas auditorias, que en algunos municipios han revelado ventas insignificantes de combustibles en las gasolineras, mientras que los vehículos privados circulan sin mayores problemas por las carreteras del país.
En las gasolineras, administradas por Cuba Petróleo (Cupet) el litro de la gasolina más barata no baja de 1.00 CUC, mientras que en el mercado negro resulta mucho más económico y un negocio redondo para los cotrabandistas, que casi siempre lo consiguen en contubernio con los administradores y empleados de las entidades estatales.
