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“Flojita para ser de Almodóvar”

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El Festival del nuevo Cine Latinoamericano llega a su fin, reiterando por 35 años consecutivos que se ha convertido en un verdadero maratón para ver lo más reciente de la filmografía latinoamericana en particular y del resto del mundo en general. El Festival del nuevo Cine Latinoamericano llega a su fin, reiterando por 35 años consecutivos que se ha convertido en un verdadero maratón para ver lo más reciente de la filmografía latinoamericana en particular y del resto del mundo en general.

Como siempre, las muestras paralelas a los filmes en competencia han llamado la atención de los cinéfilos, que persiguen la exhibición de las cintas más representativas de países de Europa, Asia y hasta África en el último año.

Y siempre las cintas de España figuran entre las más perseguidas, porque los cubanos, de toda la vida, han sido fans incondicionales a las películas de la Madre Patria, incluso cuando lo que exhibían los cines de la isla, allá en la década de 1950, eran las películas musicales y lacrimógenas de Sarita Montiel o Joselito; y si no que se lo pregunten a Ñeca, que ya tiene cuatro nietos y va en busca del primer bisnieto, pero no se le olvida que le dio el sí a su difunto Rodolfo a la salida del Cine Lirito, de Ranchuelo, allá por la provincia de Villa Clara, reblandecida después de ver ‘El último cuplé’.

Luego vinieron la Nueva Ola de los años 60, y más tarde, otra vez los musicales, con Carmen Sevilla y ‘Sera virgen’, ‘La vida sigue igual’ de julio Iglesias, que Carmita, entonces una quinceañera, vio 14 veces tras las respectivas 14 colas en el cine Alameda, y hasta Massiel con ‘Cantando a la vida’. Todo ello, alternando con “las cosas raras pero interesantes” de Luis Buñuel y Carlos Saura, más del gusto de los universitarios.

Y después las películas de Almodóvar, perfectas en su imperfección, que muchos persiguen como moscas tras la miel.

Por eso, este año la aventura de seguirle la pista a las películas españolas no podía ser menor cuando los seguidores del director manchego se enteraron de que en la muestra venía ‘Amantes pasajeros’, su más reciente entrega, que si bien fue calificada por muchos como “flojita para ser de Almodóvar”, en esta oportunidad tuvieron el “valor añadido” de toparse en las salas, en los jardines del Hotel Nacional o en plena Rampa, con dos de sus protagonistas, Hugo Silva y Raúl Arévalo, presentados por la prensa cubana al desprevenido público de la isla como “dos de los más conocidos y talentosos actores españoles de su generación”.

En el caso de Arévalo, debe haber disfrutado en grande la condición de anonimato, pues en la isla es un total desconocido y eso es algo que saben apreciar quienes deben vivir pendientes de los fotógrafos y de las loquitas que los asedian para la firma de autógrafos.

No debe haber sido tan de esa forma para Hugo Silva, quien posiblemente tampoco haya pasado “oficialmente” por las pantallas de los televisores de la isla, pero es conocido por medio país por su actuación en ‘Los hombres de Paco’, la kilométrica serie de Antena 3 que miles de cubanos han visto gracias al milagro de las memorias USB y a la impunidad con que circulan los discos piratas por toda la isla.

Al dialogar con el periodista que los descubrió entre el barullo de lobby del Nacional, como es de suponer, ambos se declararon encantados de haber trabajado con Almodóvar, dispuestos de ver todo el cine latinoamericano que les fuera posible, desencantados con la mala racha que atraviesa la industria cinematográfica española, y curiosos ante un festival que se sale siempre de lo que son los eventos de este tipo en el resto del mundo.

“Es nuestra primera vez en este Festival, llevamos pocas horas, aún no hemos recogido la credencial pero tenemos muy buena impresión. Todo muy bien organizado, me llama mucho la atención la curiosidad y la disponibilidad que hay del público y de los organizadores del evento”, comentó Hugo, el copiloto Benito Morón de ‘Amantes pasajeros’.

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