El escritor, poeta y etnólogo Miguel Barnet, autor de «Biografía de un cimarrón» (1966), acaba de ser condecorado con la Orden al Mérito de la República Italiana en grado de Cavaliere por su trayectoria literaria y sus vínculos culturales con ese país. El escritor, poeta y etnólogo Miguel Barnet, autor de «Biografía de un cimarrón» (1966), acaba de ser condecorado con la Orden al Mérito de la República Italiana en grado de Cavaliere por su trayectoria literaria y sus vínculos culturales con ese país.
Al agradecer el lauro, el autor, considerado fundador del género de la novela-testimonio, dijo que como artista tiene a Italia en su «Olimpo personal» y recordó el gran aporte de esa nación al arte con figuras como los poetas Dante y Petrarca; los pintores Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel y Rafael; los músicos Domenico Scarlatti y Gaetano Donizetti; los novelistas Italo Calvino y Roberto Moravia, y los cineastas Luchino Visconti y Federico Fellini.
El creador de obras como «Canción de Rachel» (1969), «Gallego» (1983), «La vida real» (1986) y «Oficio de ángel» (1989), nació en la Habana en 1940, es responsable de una amplia obra ensayística e investigativa y preside la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Considerado entre los autores cubanos vivos más leídos en todo el mundo, acumula galardones como el Premio Internacional de Trieste (Italia), el Federico García Lorca (España), el Mihai Eminescu (Rumania) de poesía y el Juan Rulfo 2006, por su cuento Fátima o el Parque de la Fraternidad.
Acaba de ser exhibida en La Habana una «rara avis» del cine cubano, «Vinci», de uno de los cineastas más controvertidos de la isla, Eduardo del Llano, en la cual el director especula sobre lo que pudo haber ocurrió a Leonardo da Vinci cuando, en uno de los pasajes más oscuros de su existencia, el autor de La Gioconda, a los 24 años de edad, sin fama y recién llegado del medio aldeano a Florencia, fue acusado de sodomía y permaneció dos meses en prisión.
«La cárcel es un hecho histórico, pero lo que ocurrió con Leonardo es pura ficción», aclaró Del Llano, quien con esta cinta rompe la línea predominante en el cine cubano actual de abordar la realidad nacional.
«La idea que quiero compartir con los espectadores es el sentido que tiene el arte para el ser humano, por qué le es necesaria la creación» dijo Del Llano, quien contó en la cinta con los aportes del renombrado pintor Roberto Fabelo, quien remedó imaginativamente lo que pudo haber pintado Da Vinci en tales circunstancias; y del reconocido compositor argentino Osvaldo Montes, autor de las partituras que interpreta el conjunto Ars Longa en la banda sonora.
Eduardo del Llano nació en Moscú, el 9 de octubre de 1962, aunque la mayor parte de su vida ha transcurrido en la isla, donde se graduó como Licenciado en Historia del Arte en la Universidad de la Habana en 1985.
Ha sido guionista de galardonadas películas cubanas como “Alicia en el pueblo de maravillas”, “Kleines Tropicana”, “La Vida es silbar”, y “Hacerse el sueco”.
Asimismo ha dirigido los cortometrajes de ficción “Monte Rouge”, “High Tech”, “Fotoshop”, “Homo Sapiens”, y “Intermezzo”, entre otros, de los cuales también ha sido el guionista y en los que aborda casi siempre con un caustico humor problemas de la Cuba de hoy. Además cuenta con una amplia obra literaria en cuento y novela.
Bianca Pitzorno, la más relevante escritora italiana de literatura infantil y juvenil, estuvo en estos días por La capital cubana, donde recibió la Distinción a la Humildad Dora Alonso, que confiere el Pabellón Tesoro de Papel de la Feria Internacional del Libro de La Habana.
Enrique Pérez Díaz, director de la editorial Gente Nueva, agradeció además las gestiones para que varias de sus novelas hayan llegado a los lectores cubanos, de quien es embajadora de Buena Voluntad de la UNICEF y está nominada al Premio Andersen 2012, considerado el Nobel de la literatura infantil.
La autora de “Historia de Lavinia” recibió también un reconocimiento especial del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), cuya directora, Mariela Castro, elogió la contribución de Bianca Pitzorno al enriquecimiento espiritual de niños y adolescentes.
Leonardo Padura, uno de los escritores cubanos más perseguidos por los amantes de la literatura, fue distinguido con el premio Roger Caillois 2011 que será entregado el 7 de diciembre en la Maison de l’Amerique Latine en París.
Padura, nacido en La Habana en 1955, es conocido por su tetralogía «Cuatro estaciones» que protagoniza el desgarbado policía Mario Conde y traducida a 17 idiomas, y por su exitosa novela «El hombre que amaba a los perros», publicada en 2010.
«El hombre que amaba a los perros», que en 2012 se publicará también en inglés, cuenta con ritmo apasionante la vida en el exilio del revolucionario ruso León Trotski, la historia de su asesino, el republicano y comunista español Ramón Mercader y la de Iván, un periodista cubano que conoce a Mercader en una playa cubana cuando pasea a sus perros.
El premio Roger Caillois de literatura latinoamericana se otorga cada año desde 1991 junto con el Pen Club de Francia, la Maison de l’Amerique Latine y la Sociedd de Lectores y amigos de Roger Caillois, a un escritor de esa región.
Entre los escritores galardonados figuran José Donoso, Alvaro Mutis, Adolfo Bioy Casares, Blanca Varela, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Alan Pauls y Roberto Bolaño.
José Castelar Cairo es un desconocido para la inmensa mayoría de los cubanos, sin embargo, su nombre acaba de ser incluido, una vez más, en el libro de récords Guinness por haber confeccionado del habano más largo del mundo, de 81,80 metros.
La ceremonia oficial de este reconocimiento se celebró en la tienda La Triada, en la fortaleza La Cabaña, donde trabaja Castelar Cairo.
Cueto, como todos le llaman, realizó el enorme puro en mayo pasado durante la realización de la Feria Internacional de Turismo FitCuba 2011, celebrada en el complejo histórico cultural Morro-Cabaña.
Sin embargo, este hombre de 67 años, enamorado de su oficio, ya parece estar acostumbrado a los Guinness, pues obtuvo el premio por primera vez en el 2001 con un tabaco de 11,04 metros de longitud; seguido de otro de 14,86 metros en 2003; otro de 20,41 metros en 2005, y uno más, de 45,38 metros en 2008.
El más reciente casi duplica en extensión al de 2008, pero cuando los curiosos le preguntaron si se atrevería a torcer uno más largo aun dejó en pié el reto al asegurar que «el tabaco más grande del mundo tiene que ser hecho por un cubano».
Como constancia, todas esas piezas únicas se encuentran expuestas en La Triada.
El joven poeta Ezequiel Morales Montesino recibió el Premio Víctor Hugo de Poesía 2011, primera edición del certamen auspiciado por la Embajada de Francia en Cuba y la Casa Víctor Hugo, institución del sistema cultural de la Oficina del Historiador de La Habana
Morales Montesino, nacido en la ciudad de Pinar del Río en 1976, obtuvo el galardón tras concursar con versos sobre las frases «El sacrificio es todo, el sufrimiento es nada», del escritor galo en su obra Los Castigos, y «Lo que me duele no es vivir: me duele vivir sin hacer bien», del Héroe Nacional de Cuba José Martí, en el poema “Odio el Mar”.
Con 35 años el poeta pinareño ya ha obtenido lauros en el certamen cubano de Literatura Erótica Farraluque (2005 y 2006), en el convocado por la Biblioteca Pública Municipal de Benagalbón, Málaga, España (2006) y en el concurso literario Ciudad del Che (2007).
A ellos suma ahora el Premio Víctor Hugo, que rinde tributo a ese prolífico literato francés del siglo XIX, autor de Los Miserables, sobre el cual aseguró que fue una verdadera sorpresa y su mayor alegría como intelectual.
Siempre que escribo me siento bien, a pesar del delirio y la complejidad que me ronda en ese momento, dijo a la prensa.
Anoto cualquier pensamiento que pueda serme útil y luego lo desarrollo, no creo en las musas, pero sí en la inspiración y como es un oficio que reservo para las noches tiene una dosis importante de sacrificio, aseveró.
Sin dudas la poesía cubana anda de fiesta en estos días, pues también resultó laureada con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana Fina García Marruz, quien con sus 88 años es considerada una de las voces más altas de las letras cubanas desde el pasado siglo.
Por su precaria salud la renombrada escritora no pudo venir a España a recoger el galardón de manos de la Reina Sofía, y en su lugar lo hizo su nieto, pero sus versos están ahora más presentes que nunca gracias a la publicación de la antología «De qué, silencio, eres tú silencio», editada por la Universidad de Salamanca y el Patrimonio Nacional,
Con la concesión del XX Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana a Fina García Marruz se pone de relieve una de las obras poéticas más congruentes y sólidas del último panorama literario cubano, según señala Carmen Ruiz Barrionuevo en el prólogo de la obra.
La antología ¿De qué, silencio, eres tú silencio? contiene doce poemas inéditos y diversos manuscritos aportados por la poeta cubana perteneciente al grupo de la revista Orígenes, publicación que recogió algunos de sus primeros poemas reunidos en los libros Las miradas perdidas (1951) y Visitaciones (1970).
La obra de Fina García Marruz da comienzo al final de la década de los años treinta y desde entonces fue adquiriendo una sólida personalidad a través de una poesía que según su antóloga Carmen Ruiz, «se dirige de la intimidad del alma a la objetividad del espíritu».
Por su parte, María José Bruña, profesora del Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana de la Universidad de Salamanca, considera sobre la poeta cubana que » la singularidad de su propuesta estética entronca con el misticismo y la espiritualidad» lo que la convierte en «referencia en la cultura cubana».
