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Radio Bemba

“¡Qué clase de estira y encoge se ha armado con eso de las cuentas bancarias!” fue la exclamación de Juan Gualberto, un viejo que tiene a sus tres hijos y no sé cuantos nietos regados por Estados Unidos, cuando leyó en el diario Granma –otra vez- el anuncio de la Sección de Intereses de Cuba en Washington sobre la suspensión de sus servicios consulares hasta nuevo aviso, porque sigue sin aparecer un banco con el cual operar en el país norteamericano sus cuentas bancarias, como consecuencia de las restricciones vigentes por el embargo económico y comercial a la isla. “¡Qué clase de estira y encoge se ha armado con eso de las cuentas bancarias!” fue la exclamación de Juan Gualberto, un viejo que tiene a sus tres hijos y no sé cuantos nietos regados por Estados Unidos, cuando leyó en el diario Granma –otra vez- el anuncio de la Sección de Intereses de Cuba en Washington sobre la suspensión de sus servicios consulares hasta nuevo aviso, porque sigue sin aparecer un banco con el cual operar en el país norteamericano sus cuentas bancarias, como consecuencia de las restricciones vigentes por el embargo económico y comercial a la isla.

En un comunicado, la misión diplomática informó de que tanto la Sección de Intereses como la misión permanente de Cuba ante la ONU han perdido la capacidad de realizar depósitos en su entidad financiera, el banco M & T, y a partir del 1 de marzo se quedarán sin cuenta bancaria.

Este nuevo hala y afloja entre La Habana y Washington comenzó en noviembre de 2013, cuando el banco decidió rescindir los servicios que prestaba a la Sección de Intereses.

Como resultado, Cuba suspendió durante algunas semanas su atención consular. En el tema intervino hasta el Departamento de Estado en busca de algún acotejo y finalmente el M & T otorgó una prórroga hasta el 1 de marzo.

Según el nuevo comunicado, “a pesar de los ingentes esfuerzos realizados, debido a las restricciones vigentes, derivadas de la política de bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno norteamericano contra Cuba, ha sido imposible para la Sección de Intereses encontrar un banco con sede en Estados Unidos que asuma las cuentas bancarias de las misiones diplomáticas cubanas”.

En la anterior ocasión los servicios consulares solo se mantuvieron para casos humanitarios, aunque las autoridades de La Habana buscaron una solución muy pragmática para los cubano americanos que deseaban viajar, facilitándole que volaran a Cuba incluso con sus documentos vencidos y actualizarlos en La Habana mediante rápidos trámites. Posiblemente lo mismo ocurra ahora, a no ser que el tema se resuelva definitivamente si las autoridades de Washington deciden tomar cartas en el asunto y aflojar la mano a las restricciones, pues aunque han insistido en que el embargo “no tiene nada que ver”, y que se han acercado por lo menos a 50 casas financieras para que asuman los servicios del M & T, todo el mundo sabe que el banco que decida llevar las cuentas cubanas deberá informar al Tesoro cuánto, cómo, cuándo y por qué se mueve hasta el último centavo de sus arcas, mediante un engorroso, riguroso y nada agradable papeleo. Y nadie quiere meterse en ese lío.

Pero por el momento quienes llevarán la peor parte serán los estadounidenses interesados en los intercambios “pueblo a pueblo”, como se dice en el argot de la administración Obama a los contactos académicos, culturales, educacionales, científicos, deportivos y de otra naturaleza entre Cuba y Estados Unidos, porque no contarán ni siquiera con las soluciones de emergencia contempladas por La Habana para los cubanoamericanos.

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