PA’VARADERO ME VOY

Radio Bemba

Aunque entre las grandes preocupaciones de los cubanos ocupan un lugar preponderante los bajísimos salarios y la permanente lucha por ver de qué manera llegar a fin de mes, a veces las estadísticas parecen decir otra cosa, o quizás sea porque en su gusto casi genético por la pachanga y la diversión, a la hora de pasarla bien no andan escatimando en gastos aunque después tengan que esconderse debajo de una piedra. Aunque entre las grandes preocupaciones de los cubanos ocupan un lugar preponderante los bajísimos salarios y la permanente lucha por ver de qué manera llegar a fin de mes, a veces las estadísticas parecen decir otra cosa, o quizás sea porque en su gusto casi genético por la pachanga y la diversión, a la hora de pasarla bien no andan escatimando en gastos aunque después tengan que esconderse debajo de una piedra.

El caso es que la tendencia de 2012 se afianzó en el 2013, cuando solo el balneario de Varadero, el preferido históricamente por los habitantes de la isla, recibió en sus hoteles a más de 300.000 mil turistas cubanos, con lo cual los “nativos” se reafirmaron como el segundo mercado más importante, solo superados por los canadienses, que sobre todo en los meses de invierno huyen en manadas del frío ártico de su país hacia las cálidas aguas del Caribe.

Pero por si fuera poco, según Luis Martínez, especialista comercial del Ministerio de Turismo (MINTUR) en la provincia de Matanzas, done se ubica Varadero en la península de Hicacos, los cubanitos no solo mantienen la tendencia de crecimiento, sino que ya se les reconoce un estilo: en su mayoría prefieren el perfume bueno, que, como se dice, “viene en frasco chiquito”, pues sus estancias en la playa son relativamente cortas –no llegan a los cuatro días según las estadísticas- pero se inclinan hacia los hoteles de mayor categoría.

Quienes acuden mayoritariamente son los emigrados, que pasan las vacaciones junto con el resto del familión de la isla, aguantando a pie firme que los despelucen con tal de hacer gala de su éxito económico en la Yuma; los nuevos ricos, que surgen al impulso de los cambios de los años recientes y tienen que lucir su clase a como dé lugar; profesionales que han pasado un buen tiempo arañando la tierra en algún contrato en el exterior para acumular un dinerito, y burócratas y dirigentes, que para eso son lo que son.

Eso sí, para todos ellos el eslogan de que “Cuba es un eterno verano” será cierto, pero se lo dejan a los extranjeros porque la presencia masiva de los criollos en las arenas de Varadero solo ocurre entre junio y agosto, los meses de más calor.

Y siempre que pueden optan por un hotel “todo incluido” para poder controlar mejor las finanzas familiares evitando los gastos de más, con la ventaja de que ello les permite arrasar, al menos el primer día, con los restaurantes y bares, aunque al segundo día no “valgan un kilo prieto”, como afirma Pedrito, dueño de una exitosa peluquería, que cuando se instaló en uno de los Meliá de la “Playa azul” engulló casi todos los camarones enchilados que había en la mesa bufet, y no los pudo apaciguar ni bebiendo litros de mojito junto a la playa, por lo cual los dos restantes días los pasó a base de frutas, sin otro disfrute que la televisión por cable y el aire acondicionado de su habitación, a un paso del baño, para sortear las constantes “emergencias”.

Más información

Scroll al inicio