Los habaneros están complacidos en la forma en que está cambiando el paisaje del Paseo del Prado, una de las vías más pintorescas de la parte vieja de la ciudad, que en su época de esplendor fue el no va más en el refinamiento y que con el paso de los años llegó a presentar un estado ruinoso, deplorable.
Los habaneros están complacidos en la forma en que está cambiando el paisaje del Paseo del Prado, una de las vías más pintorescas de la parte vieja de la ciudad, que en su época de esplendor fue el no va más en el refinamiento y que con el paso de los años llegó a presentar un estado ruinoso, deplorable.
No se trata solo de la amplia restauración que recibió hace pocos años, sino de los cambios en numerosos edificios que se levantan a ambos lados del paseo y en especial en su confluencia con el malecón, justo frente al Castillo de La Punta, donde pronto abrirán sus puertas dos imponentes hoteles cuyas obras, según opinión de la calle, marchan ?a paso de conga? por la celeridad en su ejecución.
Uno de ellos, erigido aprovechando parte de la fachada del antiguo hotel Packard, construcción de 5 plantas de inicios del siglo XX que contrasta con la arquitectura vanguardista del nuevo inmueble, deberá comenzar a funcionar en agosto, y con 321 habitaciones será el segundo hotel de lujo cinco estrellas plus de Cuba.
Muy cerca, avanza la construcción del hotel Paseo del Prado, con 250 habitaciones e igual categoría y que estará listo en 2019. Su arquitectura, dicen algunos, recuerda a una embarcación y sobresale por la espléndida vista del malecón y la entrada de la bahía.
