La mejora experimentada por las finanzas cubanas y las nuevas normas fijadas por Washington para endurecer el embargo, tuvieron su reflejo en los cambios experimentados por la condición y el valor del dólar en la Isla. La mejora experimentada por las finanzas cubanas y las nuevas normas fijadas por Washington para endurecer el embargo, tuvieron su reflejo en los cambios experimentados por la condición y el valor del dólar en la Isla.
En noviembre de 2004, el Banco Central publicó un decreto que suspendía la circulación del dólar en el país y especificaba que ya no podía utilizarse para ninguna transacción comercial, aunque la moneda se mantenía vigente en el sistema bancario cubano.
Desde entonces, todas las compras que antes se realizaban por medio del “billete verde” se empezaron a realizar con el peso convertible. Además, se impuso un recargo del 10% en los canjes entre la moneda estadounidense y los pesos convertibles.
Unos meses después, en marzo del pasado año, el presidente de Cuba, Fidel Castro, anunció una revalorización del 7% del peso cubano que afectó a todas las monedas.
A partir de entonces, un dólar estadounidense equivalía en la Isla a 24 pesos cubanos para la venta y 25 para la compra. Antes el cambio era de 26 y 27 pesos, respectivamente.
La combinación de esas dos acciones supuso que, según los dos decretos ratificados por el Banco Central de Cuba, los dólares que se cambiaban por pesos sufrían un descuento del 17%. Guarismo que se eleva ahora hasta el 20,2%.
A tenor de la nueva realidad cambiaria los cubanos de la Isla recibirán a partir de hoy sólo 0,77 CUC por cada dólar que les sea enviado por sus familiares desde el exterior. Cantidades que, por otra parte, también se han visto restringidas por los límites a los envíos que Washington impuso el pasado año.
