Hace sólo un año en las reuniones de la dirección del Partido Comunista cubano (PCC) se manejaban unas encuestas en las que se hacía patente que la energía ocupaba el primer lugar en las preocupaciones de los ciudadanos del país. Hace sólo un año en las reuniones de la dirección del Partido Comunista cubano (PCC) se manejaban unas encuestas en las que se hacía patente que la energía ocupaba el primer lugar en las preocupaciones de los ciudadanos del país. Algo lógico en un momento en que los temidos apagones parecía haber vuelto a ser habituales.
El segundo lugar en esta lista era para el transporte. Y ambos problemas se situaban por delante de otros como la alimentación o la salud que, aparentemente, representan necesidades más urgentes de satisfacer.
Las autoridades tomaron nota y parecen haber conseguido, en los últimos cinco meses, que tanto la energía como el transporte hayan descendido de los tres primeros lugares de esta lista. Pero aún figuran entre las diez preocupaciones principales de la población.
En la actualidad, las estimaciones de La Habana sitúan en unos 570.000 pasajeros diarios la frecuencia de traslados y uso de los transportes públicos en La Habana. La cifra, aún muy corta, supone una mejora considerable con los números mínimos situados entre 280.000 y 320.000 viajes en los que se había situado el promedio en los peores momentos de este mismo año, cuando las dificultades relacionadas con el transporte público y la falta de movilidad eran el segundo problema más grave para los cubanos.
El Gobierno cubano se ha propuesto ampliar este número hasta un millón el próximo año y cumplir el 2010 el objetivo de cubrir el 85% de las necesidades de transporte del país. Pero los propósitos muestran la propia modestia de las autoridades conscientes de las posibilidades reales que tienen en la actualidad.
A mediados de los ochenta, cuando las relaciones con la URSS blindaban aparentemente a Cuba de cualquier problema económico, sólo en La Habana los transportes públicos eran capaces de dar servicio de modo eficiente a unos cinco millones de viajeros por día.
