El turismo se ha convertido en una de las principales alternativas para la economía cubana, y los inversores internacionales no parecen esconderse de los huracanes. El turismo se ha convertido en una de las principales alternativas para la economía cubana, y los inversores internacionales no parecen esconderse de los huracanes. Así lo ha demostrado Vietnam, que ha firmado diversos acuerdos con compañías de la Isla para varios proyectos turísticos, que podría desplazar el ‘turismo de lujo’ hacia otras zonas como Camagüey. De momento, el Housing and Urban Development Corp (HUD) vietnamita ha firmado un acuerdo para construir con Cubanacan, el principal grupo de turismo en Cuba, un hotel de cinco estrellas con 800 habitaciones en Santa Lucia (Camaguey), que estará localizado al lado de un hotel controlado por el grupo Barceló, de 1.200 habitaciones. La cadena hotelera Meliá también cuenta con complejos en la zona, y siempre ha defendido Santa Lucía como un lugar atractivo para el turismo. No es para menos. Sus hermosas playas y su cercanía al aeropuerto internacional compensan la distancia con La Habana. Además, la zona aún tiene un gran potencial hotelero por explotar, que, en los próximos años, podría convertir a Camagüey en el nuevo centro turístico de Cuba.
Las autoridades isleñas intentan animar a sus socios a la construcción de instalaciones con campos de golf que atraigan al turismo de calidad. Pero las cuantiosas inversiones que requieren estos proyectos hacen que sólo sean rentables si van acompañados de complejos residenciales.
Por este motivo, HUD también ha firmado un acuerdo con el grupo cubano Palmarés para construir un campo de golf de 36 agujeros y un complejo hotelero en Colodera Bauta. La mayoría de los empresarios extranjeros ya han manifestado su satisfacción por la recuperación inmediata de esta industria tras el azote de los huracanes.
