La estrecha vigilancia que EEUU mantiene sobre las empresas extranjeras que operan en Cuba ha vuelto a quedar demostrada en los últimos meses, un período en el que importantes bancos británicos han sido acusados de ejercer el bloqueo sobre la Isla. La estrecha vigilancia que EEUU mantiene sobre las empresas extranjeras que operan en Cuba ha vuelto a quedar demostrada en los últimos meses, un período en el que importantes bancos británicos han sido acusados de ejercer el bloqueo sobre la Isla. Al parecer, firmas como Lloyds, Barclays, Royal Bank of Scotland y HSBC han mandado notas a sus clientes en las que aconsejan no hacer negocios en el país caribeño.
Aunque ninguno de los principales bancos está dispuesto a reconocer públicamente su política hacia Cuba, el diario The Guardian aseguraban hace unos meses que una firma importadora de puros con sede en Londres y una compañía que importaba azúcar de Cuba recibieron un aviso de Lloyds sobre que el banco ya no podía realizar transacciones que involucraran a la Isla.
EEUU ha prohibido siempre a los bancos efectuar transacciones en dólares con el objetivo, según las autoridades, de reducir la capacidad de los terroristas para financiarse.
Durante los últimos años, los bancos estadounidenses han tenido que adaptarse a esta ley, que ahora está siendo impuesta también a las entidades extranjeras que operan en el país. Muchos se preguntan ahora si la nueva administración Obama será capaz de poner fin a esta situación.
