Los analistas aseguran que Obama no va a modificar radicalmente las políticas de exportación en un primer momento, pero que sí puede ir allanando el camino para una posible liberalización. Los analistas aseguran que Obama no va a modificar radicalmente las políticas de exportación en un primer momento, pero que sí puede ir allanando el camino para una posible liberalización. De confirmarse, las exportaciones de EEUU hacia Cuba podrían aumentar entre un 5% y un 10%, según las previsiones de los expertos. El sector de la construcción también podría obtener beneficios de una posible apertura hacia La Habana, en un momento en el que la burbuja inmobiliaria parece a punto de estallar en esta zona de la costa estadounidense. El motivo no es otro que el de siempre: la escasez del crédito. De hecho, Corus Bankshares, la entidad que más ha financiado el mercado de condominios en Florida, está considerando vender parte de la compañía después de reportar pérdidas de 260,7 millones de dólares en el último trimestre.
Analistas resaltaron que una política de dureza hacia Cuba ya no despertaba el mismo apasionamiento entre las nuevas generaciones de cubanoestadounidenses, que, como el resto de jóvenes en el país, votaron mayoritariamente por Obama.
Los expertos lo tienen claro. Después de 50 años de tensión y endurecimiento del embargo durante la Administración Bush, el proceso de cambio no podrá realizarse tan rápido como algunos esperan. Pero si los dos países vuelven a los tratados de libre comercio que disfrutaban antes, las empresas del sur de la Florida verían grandes beneficios. Eso sí, si La Habana también da muestras de cambios.
