Las autoridades cubanas han anunciado que presentarán un programa de austeridad en junio para tratar de compensar el impacto de la crisis financiera internacional y reducir la utilización de la energía. Las autoridades cubanas han anunciado que presentarán un programa de austeridad en junio para tratar de compensar el impacto de la crisis financiera internacional y reducir la utilización de la energía. Como si de una mala pesadilla se tratase, los cubanos vuelven a vivir la incertidumbre por estos llamamientos a extremar el ahorro de combustibles y electricidad.
El imparable ritmo del gasto amenaza los programas de inversiones en el sector y, ante esta situación, las autoridades cubanas han comenzado a advertir sobre el posible regreso de los apagones si no se logra frenar el consumo eléctrico. Unos apagones que, irremediablemente, recuerdan a los peores tiempos económicos del país tras la desaparición del campo socialista en Europa hace casi dos décadas, que terminó con el astronómico subsidio soviético a la Isla que durante 31 años costaría a Rusia 131.000 millones de dólares.
La Venezuela de Chávez reemplazó a la ex Unión Soviética en el papel de sostén de la maltrecha economía cubana. Sin embargo, y tal y como se encargaba de recordar el diario oficial Granma en un extenso artículo titulado ‘Ahorro o Muerte‘, los ingresos petroleros de Venezuela, primer socio económico y suministrador de crudo de Cuba, cayeron a la mitad en 2009. Un artículo no exento de intenciones y que, posiblemente, demuestre cuál es el camino que Raúl Castro quiere tomar para la economía de la Isla. Reducir la dependencia de Venezuela podría ser una de las salidas para el mandatario.