La industria del cine cubano quiere abrirse paso en las taquillas internacionales. La industria del cine cubano quiere abrirse paso en las taquillas internacionales. Y no va por mal camino. Una de las últimas películas rodadas íntegramente en la Isla, el film “Los Dioses Rotos” del director cubano Ernesto Daranas, ha sido la elegida para competir por un espacio en la gala de los Óscar de Hollywood.
De momento, la ópera prima de este joven director viene avalada por un rotundo éxito en el país caribeño y diversos premios en el XXX Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
Aunque la cinta se ha enviado ya a EEUU, esto no quiere decir ni que vaya a ganar la prestigiosa estatuilla al mejor film en lengua extranjera, y ni siquiera que la vayan a seleccionar para competir en la gala. Sin embargo, el simple hecho que la Academia haya aceptado la presentación, y también que un film cubano haya decidido lanzarse a esta aventura, es ya de por sí algo más que interesante como objeto de análisis.
El único antecedente de una película cubana nominada al Oscar data de 1994, cuando «Fresa y chocolate», dirigida por Tomás Gutiérrez Alea, se colocó entre las cinco finalistas elegidas para optar por el premio de la Academia. En aquélla época Bill Clinton era el inquilino de la Casa Blanca.
El pasado año 2006, el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica también apostó por la película “El Benny”, dirigida por el cubano Jorge Luis Sánchez, para competir por el Oscar.
Pero en aquella ocasión el film, de gran éxito en la Isla por narrar la vida del llamado ‘Bárbaro del Ritmo‘, no fue seleccionada. Algo de lo que los cubanos podrían resarcirse este año. Y por qué no. Ya se sabe que todo este mundillo tiene mucho de política. Y en un momento como este, no sería de extrañar que la opción cultural siga siendo el modelo elegido por Washington para acercarse a La Habana.
