En medio del clima de tensión que en las últimas semanas se ha vivido en las calles de La Habana, con las críticas a los bloggeros independientes y los rumores sobre nuevas medidas de austeridad para ahorrar energía, Raúl Castro ha decidido sacar al Ejército a maniobrar. En medio del clima de tensión que en las últimas semanas se ha vivido en las calles de La Habana, con las críticas a los bloggeros independientes y los rumores sobre nuevas medidas de austeridad para ahorrar energía, Raúl Castro ha decidido sacar al Ejército a maniobrar. Los ejercicios, que duraron tres días y para los que se movilizaron a 100.000 soldados y reservistas, son una «necesidad de primer orden» porque aún persiste la «confrontación entre Cuba y el imperio», aseguró el mandatario al referirse a las relaciones con EEUU. Tal vez, de paso, esta muestra de “poderío militar” también sirva para mantener a ralla a cualquiera que intente seguir con actuaciones consideradas por las autoridades como “contrarrevolucionarias”.
Todo parece indicar así que los guiños que Obama ha intentado con Raúl Castro en los últimos meses, como la restauración del servicio directo de correos o el inicio de negociaciones sobre emigración parecen no hacer mella en la rígida política exterior cubana. El presidente cubano ha desempolvado el viejo lenguaje de la confrontación para anunciar por la televisión estatal el inicio de las operaciones militares. Durante el Día Nacional de la Defensa, que siguió a las tres jornadas del ejercicio Bastión 2009, un batallón de tanques reforzado con artillería y otras unidades enfrentaron y aniquilaron un supuesto desembarco aerotransportado.
