El gobierno de Barack Obama estaría modificando las normas que regulan los viajes de estadounidenses a la Isla, según informa el diario mexicano El Informador, de tal forma que en las próximas semanas podría comenzar un fructífero flujo de viajeros yanquis, que además sería directo, sin necesidad de pasar por un tercer país. El gobierno de Barack Obama estaría modificando las normas que regulan los viajes de estadounidenses a la Isla, según informa el diario mexicano El Informador, de tal forma que en las próximas semanas podría comenzar un fructífero flujo de viajeros yanquis, que además sería directo, sin necesidad de pasar por un tercer país.
La intención de Washington es que los viajeros justifiquen su deseo de visitar Cuba con el deseo de conocer al pueblo cubano, lo que haría que en los viajes se incluyeran conferencias sobre historia u otro tipo de actividades que fueran en ese sentido.
Tal y como ha señalado el Departamento del Tesoro, los americanos interesados en visitar a Isla deberán justificar «un programa de tiempo completo de actividades educativas que conduzcan a una interacción significativa» con los cubanos.
Ya se han escuchado las primeras voces críticas con el proyecto, como la de Mario Díaz-Balart, congresista por el Estado de Florida, que ha señalado que Obama no conseguirá de esta forma exportar la democracia a Cuba, sino “sólo proveer divisas a un régimen totalitario”.
Al menos una docena de agencias de viajes han solicitado licencias para poner en marcha el trasvase de viajeros y operar en la Isla, en lo que ven como una gran oportunidad de negocio.
Asociaciones de estudiantes, religiosos y académicos, de alto nivel económico, podrían ser el objetivo principal del programa.
