Cuba evalúa, junto a 11 países de Latinoamérica (Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Perú, Chile, Ecuador, República Dominicana y Uruguay), el impacto de la contaminación por plaguicidas en los alimentos y sus efectos en la salud pública. Cuba evalúa, junto a 11 países de Latinoamérica (Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Perú, Chile, Ecuador, República Dominicana y Uruguay), el impacto de la contaminación por plaguicidas en los alimentos y sus efectos en la salud pública. El crecimiento demográfico y los cambios en los hábitos alimenticios han dado como resultado la transformación de bosques para el uso agrícola así como el desarrollo de una agricultura intensiva con utilización de pesticidas en América Latina. Se aborda la contaminación como la presencia de sustancias indeseables, que en la inmensa mayoría de los casos, los alimentos no cambian su aspecto u otras de sus características por lo que la contaminación no puede reconocerse.
