Los ingresos obtenidos por Cuba durante el primer semestre de este año gracias a las exportaciones de níquel no alcanzaron las expectativas, ya que se recaudaron sólo 90 millones de dólares, un 26% menos que la cantidad que se había presupuestado, según una información publicada por la agencia Reuters. Los ingresos obtenidos por Cuba durante el primer semestre de este año gracias a las exportaciones de níquel no alcanzaron las expectativas, ya que se recaudaron sólo 90 millones de dólares, un 26% menos que la cantidad que se había presupuestado, según una información publicada por la agencia Reuters. La explicación oficial a esta caída es que la producción se mantiene pero las cifras finales se ven condicionadas por la bajada del precio de este mineral en los mercados internacionales.
A pesar de esta decepción, el níquel sigue siendo una de las principales fuentes de divisas con que cuenta la Isla después de los servicios profesionales y el turismo, y La Habana piensa seguir invirtiendo en el sector con ayuda de socios internacionales. Pero cuando mejoren las perspectivas. Por eso, permanece por ahora en el limbo el proyecto de abrir una planta de ferroníquel en Nícaro, con la ayuda del capital venezolano, que sustituya a la vieja factoría que se acaba de cerrar.
Actualmente solo operan en Cuba dos plantas de níquel, la Ernesto Che Guevara, de la empresa estatal Cubaníquel y la empresa conjunta entre la estatal cubana y la minera canadiense Sherritt International, ambas en Moa.
Cuba planea producir este año alrededor de 62.000 toneladas de níquel sin refinar más cobalto, según informes locales y de empresas extranjeras.
La Isla es uno de los productores más grandes del mundo de níquel y suministra el 10% del cobalto del mundo, según el Ministerio de la Industria Básica.
La oriental provincia de Holguín tiene alrededor de un tercio de las reservas mundiales conocidas de níquel, según el Centro Nacional de Recursos Minerales.
