AUNQUE NADA VOLVERÁ A SER LO MISMO que fue antes de la caída del muro de Berlín, las relaciones bilaterales entre Cuba y Rusia parecen haber recobrado el pulso desde hace un par de años y, en los últimos días, han surgido varias noticias que dan fe de esa revitalizada relación económica entre los antiguos aliados. AUNQUE NADA VOLVERÁ A SER LO MISMO que fue antes de la caída del muro de Berlín, las relaciones bilaterales entre Cuba y Rusia parecen haber recobrado el pulso desde hace un par de años y, en los últimos días, han surgido varias noticias que dan fe de esa revitalizada relación económica entre los antiguos aliados. Se ha sabido por ejemplo que la Unión de Ferrocarriles de Cuba se propone comprar unas 300 locomotoras de dos vagones a la compañía rusa OAO Muromteplovoz, según una información publicada por la publicación especializada Rail Journal. Aunque no se conocen las condiciones económicas de la transacción, esta decisión de compra marca una nueva etapa en el socio internacional elegido por el Gobierno cubano para impulsar la remodelación de las depauperadas infraestructuras ferroviarias de la Isla.
Hasta hace muy poco, este tipo de encargos los recibían empresas chinas, compañías como la China Northern Rail, a la que se compraron unos 164 locomotoras en el último lustro. Esto no quiere decir que Cuba abandone el comercio con China, país con el que mantienen una estrecha relación política, económica y comercial, ya que próximamente la Isla retomará los pedidos de vagones y material de mantenimiento, como son los rodamientos.
