Las consecuencias económicas y sociales de la intensa sequía que devasta Cuba siguen en aumento y las autoridades se disponen a endurecer las medidas tomadas al respecto. Las consecuencias económicas y sociales de la intensa sequía que devasta Cuba siguen en aumento y las autoridades se disponen a endurecer las medidas tomadas al respecto.
Según un artículo publicado recientemente en el semanario Trabajadores, el órgano oficial del sindicato único de Cuba, se van a desarrollar una serie de inspecciones para detectar primero y sancionar después a las empresas e instituciones que estén superando reiteradamente la cuota de consumo de agua que tengan asignada.
Las infracciones parecen concentrarse especialmente en La Habana. De hecho, en el artículo de Trabajadores se identifica ya a una de las instituciones que habría superado, en más de cuatro veces, las cifras de consumo que le están permitidas. Se trata de el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echevarría. Un centro universitario en el que cerca de 10.000 personas se abastecen diariamente de agua.
Pero es sólo una muestra, en la información se asegura que las autoridades habrían detectado ya a 102 grandes consumidores que estarían derrochando agua.
Hasta ahora, según las cifras oficiales, los daños económicos causado por la sequía se situarían en 1.000 millones de dólares. Pero el mal tiempo no remite y la cifra sigue subiendo.
