El último congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) ha puesto de manifiesto algunas cifras inquietantes para la Cúpula habanera, entre otras, la falta de interés de la nueva fuerza laboral privada, los ‘cuentapropistas‘ por formar parte de esta organización. El último congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) ha puesto de manifiesto algunas cifras inquietantes para la Cúpula habanera, entre otras, la falta de interés de la nueva fuerza laboral privada, los ‘cuentapropistas‘ por formar parte de esta organización.
Según el cruce entre los datos oficiales de afiliación y el número de trabajadores que se ganan la vida lejos de las empresas públicas, unos 122.000 de ellos se han abstenido de formar parte del sindicato, una cifra cercana al 12% del total.
Además, el número no se mantiene estable en la misma proporción según aumentan los trabajadores del sector privado que ya superan el millón de personas, según los datos del último informe del sindicato.
Si las expectativas se cumplen, la cifra llegará a los seis millones antes del fin de la década, trabajadores que en su mayor parte dejarán el sector público, lo que puede debilitar al Sindicato único y, de alguna manera, según los observadores independientes, limitar el control del Gobierno cubano sobre su fuerza laboral.
La opción de eliminar la actual voluntariedad de la afiliación sindical no estaría sobre la mesa, según varios artículos de la prensa cubana. Pero sí puede que se ensayen otras fórmulas de colegiación obligatoria, por ejemplo.
Aunque quizá no sean fáciles de introducir por las tareas a las que se dedica, de momento, la fuerza laboral privada. La mayor parte, un 60%, se dedica a la agricultura, como consecuencia de las reformas introducidas, y fallidas en general, con idea de aumentar la producción.
El otro 40% se encuentra en tareas relacionadas con el comercio minorista, la artesanía, el transporte, como los taxistas privados que han proliferado últimamente, o las artes, en especial los músicos.
En los últimos años, el empleo público ha sufrido un recorte del 10% que habría afectado a unos 600.000 trabajadores. Y ahora la intención de los dirigentes de la isla sería, en principio, aumentar el ritmo.
