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Empresas brasileñas exploran posibles negocios en la Zona Especial de Desarrollo

LOS CRECIENTES PROBLEMAS de Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela, para mantener unido al ‘chavismo‘ y seguir al mando del país inquietan en La Habana, donde si algo tienen claro es que tanto la oposición, como esa parte del oficialismo que está muy cerca de traicionar al ‘heredero‘ de Hugo Chávez, tratarán de marcar distancia con la Isla en cuanto lleguen al poder. LOS CRECIENTES PROBLEMAS de Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela, para mantener unido al ‘chavismo‘ y seguir al mando del país inquietan en La Habana, donde si algo tienen claro es que tanto la oposición, como esa parte del oficialismo que está muy cerca de traicionar al ‘heredero‘ de Hugo Chávez, tratarán de marcar distancia con la Isla en cuanto lleguen al poder. El hecho es que todos los venezolanos, o afines al actual mandatario, responsabilizan a Cuba de lo que pasa. Si el país caribeño pierde el petróleo que recibe a precio preferencial el golpe será duro. Pero, en este momento, no se puede descartar ese escenario. Así que hay que buscar alternativas y una de las mejores es Brasil. Las empresas brasileñas, con gran protagonismo de Odebrecht, están muy activas, cuentan con financiación pública del Banco Nacional de Desarrollo y hasta con el beneplácito de Dilma Rouseff. Y si hay un proyecto común para los dos países ese es la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, con su macropuerto, incluido. Este megaproyecto se ha beneficiado de un crédito de 682 millones de dólares (493 millones de euros) concedido por el Estado brasileño. Pero, lo cierto es que no termina de encontrar inquilinos, aunque ya hay unas 32 empresas brasileñas que podrían instalarse allí. Justo las que integran una misión que acaba de viajar a la zona y que, a diferencia de otras, podría dar frutos muy pronto. Pertenecen a los sectores de alimentos, construcción, medicamentos, maquinarias y equipos. Y algunas tienen relación con la exploración petrolífera, precisamente, lo que podría anticipar la llegada de Petrobras, que ya ha hecho algún intento, pero no acaba de concretarlo. De momento, los datos no son malos. El intercambio comercial entre Brasil y Cuba ha crecido un 9,2% en los últimos cinco años.

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