EL PRESIDENTE de la Academia de Historia de Cuba, Eduardo Torres-Cuevas, durante una conferencia magistral como parte del programa científico del XXI Congreso Nacional de Historia, clausurado en Camagüey, a unos 570 kilómetros al este de La Habana, hizo un llamamiento a “salvaguardar la memoria histórica de la nación cubana desde la investigación científica y el estudio minucioso de la historiografía”. EL PRESIDENTE de la Academia de Historia de Cuba, Eduardo Torres-Cuevas, durante una conferencia magistral como parte del programa científico del XXI Congreso Nacional de Historia, clausurado en Camagüey, a unos 570 kilómetros al este de La Habana, hizo un llamamiento a “salvaguardar la memoria histórica de la nación cubana desde la investigación científica y el estudio minucioso de la historiografía”.
El académico expresó que “es un desafió estudiar no solo el hecho histórico, sino su origen, desarrollo y consecuencias”.
El también Premio Nacional de Historia argumentó “la necesidad de continuar pensando la historia como fenómeno que enriquece y brinda coherencia distintiva a la visión latinoamericana de la historia”.“El inicio del estudio de la historia de la nación imprimió el carácter cubano de la discusión histórica”, aseveró.
Torres-Cuevas aseguró que “el estudio de la historia por los cubanos es un hecho natural y casi autodidacta, que le imprimieron a este ejercicio profesional un sentimiento de pertenencia que llega fortalecido, hasta la actualidad”. “La memoria histórica de un país es responsabilidad de los hombres y mujeres que la conviven. Buscar en ella sus interconexiones es esencial para su predominio en el presente y futuro”, enfatizó el especialista.
