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Conmoción entre la comunidad de negocios latina en Miami tras la intervención del FBI en la sede de la Concacaf

A dos jornadas de que se cumpla el plazo de 45 días, desde que el presidente Obama anunció que Cuba sería excluida de la lista de países terroristas, sin que los Congresistas anticastristas hayan podido evitarlo, el FBI ha irrumpido esta mañana en la sede de la Confederación de Fútbol del Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF) en Miami. A dos jornadas de que se cumpla el plazo de 45 días, desde que el presidente Obama anunció que Cuba sería excluida de la lista de países terroristas, sin que los Congresistas anticastristas hayan podido evitarlo, el FBI ha irrumpido esta mañana en la sede de la Confederación de Fútbol del Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF) en Miami. Esta operación se ha producido también a dos días del congreso en el que se tiene que elegir al presidente de la FIFA para los próximos cuatro años y en la que el sempiterno Joseph Blatter aspira a la reelección por un quinto periodo.

Durante dicha intervención en la sede, el FBI se ha apropiado de pruebas como información electrónica y documentos confidenciales. Además en coordinación con las autoridades de Suiza han sido detenidos en el país alpino altos mandos de la FIFA acusados de recibir más de 150 millones de dólares a cambio de que ciertas empresas hayan recibido los derechos de transmisión o publicidad de torneos futbolísticos en Estados Unidos y América Latina. con la concesión de derechos a medios y derechos de mercadotecnia y patrocinio de competiciones organizadas en Estados Unidos y en América del Sur. Un esquema de corrupción que, según ha querido dejar claro la fiscal general de Estados Unidos, Loretta E. Lynch, en una declaración conjunta con el director del FBI, James B. Corney, “se ha extendido durante al menos dos generaciones de funcionarios de la FIFA que habrían abusado de su posición”.

Una descripción a la que se ajustaría como un guante un antiguo enemigo de Chávez, ahora imputado: el venezolano, de 68 años, Rafael Esquivel quien preside, desde 1988, la Federación Venezolana de Fútbol (FVF). Así, Esquivel es el presidente que más tiempo ha estado al frente de una organización de fútbol nacional en América del Sur.

No obstante, cabe hablar de conmoción porque ha resultado implicados prácticamente todo el quién es quién del fútbol latinoamericano. Además de Esquivel, destacan también el actual presidente de la Concacaf, Jeffery Web; el uruguayo Eugenio Figueredo, expresidente de Conmebol; el costarricense Eduardo Li, presidente de la Federación costarricense de Fútbol; el brasileño José María Marín, miembro ejecutivo de la Confederación Sudamerican de fútbol (CONMEBOL); o Jack Warner, el anterior presidente de Concacaf, quien incluso está acusado de apropiarse de 1 millón de dólares que la FIBA había destinado a un proyecto de reconstrucción en Haití.

Hay que destacar que fondos de desarrollo como estos son los que han mantenido hasta ahora la lealtad hacia Blatter de los representantes de aquellas naciones que sin muchas esperanzas de alcanzar la fase final de las grandes competiciones como el Mundial, eran recompensadas de esta forma. De hecho, según declaraciones recogidas en varias publicaciones norteamericanas el propio secretario general de la asociación de futbol cubana, Yero Rodríguez, ese sería “exactamente” el motivo por el que Cuba pensaba respaldar la reelección de Blatter. “Para nosotros Blatter es un buen presidente”, había señalado Rodríguez tan sólo unas horas antes de esta operación.

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