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Guindos anuncia que visitará La Habana

Semanas después de que los principales gobiernos europeos hayan tomado posiciones en la Isla, el ministro español de Economía, Luis de Guindos, ha anunciado que visitará Cuba en julio con el propósito de impulsar las relaciones económicas entre los dos países, según ha adelantado el diario El País. Semanas después de que los principales gobiernos europeos hayan tomado posiciones en la Isla, el ministro español de Economía, Luis de Guindos, ha anunciado que visitará Cuba en julio con el propósito de impulsar las relaciones económicas entre los dos países, según ha adelantado el diario El País.

De Guindos tratará en Cuba temas como la presencia de empresas españolas, las relaciones comerciales entre los dos países y la deuda de La Habana con España, que la publicación sitúa en 3.300 millones de euros. La mayor parte de esa deuda se está renegociando a través del Club de París, que agrupa a los principales acreedores, y el destino previsible es una fuerte quita, que algunas fuentes calculan puede llegar al 90%, indicó el diario.

El Gobierno español intenta así intensificar sus relaciones con Cuba en lo que supondrá el tercer desplazamiento de un alto cargo del Ejecutivo tras la apertura de las relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington el pasado 17 de diciembre y ante un más que probable desembarco de compañías estadounidenses en la Isla. Además, la semana pasada también se anunció una visita a Cuba de Jesús Posada, presidente del Congreso español de los Diputados, que podría producirse en los primeros días de septiembre.

No obstante, hasta la fecha, no se puede decir que el que fue el primer socio comercial de la Isla en los años 90, haya estado a la altura. Así, mientras que François Hollande tomaba el mando de las relaciones bilaterales y conseguía que París se convirtiese en un «aliado» de referencia para el Gobierno cubano en Europa e incluso países que tradicionalmente habían apoyado el embargo, como Reino Unido o Alemania, consiguieron firmar acuerdos en la Isla; el gobierno español exhibe como máximo «resultado» hasta la fecha la delegación empresarial encabezada por el secretario de Estado, Jaime García Legaz, en el pasado mes de abril con el propósito de estudiar posibilidades de inversión.

Pero si algo ha destacado hasta ahora es la fallida visita del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, el pasado año, como ejemplo permanente de la falta de pericia demostrada por los gobiernos conservadores hispanos, en sus relaciones con la cúpula cubana.

Y es que desde que el expresidente José María Aznar puso a la diplomacia española al servicio de los intereses del sector político estadounidense más cercano a la familia Bush, la situación se ha mantenido encallada. Una circunstancia muy perjudicial para las empresas hispanas instaladas allí, y en especial para el sector turístico. No conviene olvidar en este punto que las compañías españolas fueron las primeras en impulsar el turismo en la isla y que sin su intervención esta actividad económica no habría llegado a adquirir jamás en Cuba la relevancia que ahora tiene.

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