Los puertos de ciudades como Tampa, Nueva Orleans o Houston compiten ya por convertirse en el puerto que, una vez termine el embargo, canalice el comercio que se realizará con la Isla. Los puertos de ciudades como Tampa, Nueva Orleans o Houston compiten ya por convertirse en el puerto que, una vez termine el embargo, canalice el comercio que se realizará con la Isla.
Según informa el medio McClatchyDC News, al frente de esta competición se ha situado la ciudad de Tampa que, durante el mes de mayo, ya envió una delegación a la isla. Así, durante cuatro días, Ronald A. Christaldi, presidente de la Cámara de Comercio de Tampa, aprovechó su visita para enfatizar sus lazos históricos con Cuba e intentar posicionarse en la isla como el nuevo Miami. De esta forma, Christaldi señaló que su ciudad cuenta con la segunda mayor población de origen cubano en EEUU y que “antes de que Miami fuese tan siquiera una isla de pescadores, ya había comercio entre Tampa y La Habana”; según declaraciones recogidas en dicha publicación norteamericana.
Además, hay que destacar que la gran mayoría de la población cubana de Tampa no comparte el resentimiento que, por el contrario, sí existe entre gran parte de la comunidad exiliada en Miami, lo que daría fluidez a las relaciones entre ambas partes. De hecho, el ayuntamiento de Tampa ya pidió el 15 de Abril a la Casa Blanca que en el caso de un eventual acuerdo que normalizase las relaciones entre Cuba y EEUU se escenificase la firma en su ciudad. La Cámara de Comercio de esta ciudad también ha emitido ya una resolución en la que ha solicitado a Cuba que reestablezca un consulado en Tampa, donde ya estuvo presente hasta la ruptura de relaciones de 1961.
La reivindicación de los vínculos históricos es también un argumento que se ha utilizado desde Nueva Orleans. De esta forma, la administración de su puerto ha señalado que con anterioridad al embargo, su ciudad era el mayor socio comercial de Cuba y ha esgrimido también la red de distribución a la que da acceso a través del río Misissippi, de carácter medular para el comercio de grano. No obstante, desde Nueva Orleans no se apuesta al todo o nada e incluso se ha señalado que su puerto podría se complementario al de Tampa, ya que mientras que el primero se utilizaría para la comercialización de grano y energía; el de Tampa serviría esencialmente para el comercio de materiales de construcción.
Por último, directivos del Puerto de Houston han indicado también su intención de visitar pronto La Habana para afianzar vínculos comerciales con la Isla y “estar así preparados para el día en que las leyes cambien ya que, una vez se rompa el embargo comercial, habrá varias organizaciones que estarán dispuestas a ofrecerles a los cubanos la financiación que necesiten” según ha declarado Ricky W. Kunz, director de comercio, desarrollo y marketing de este puerto.
Kunz respondía así a aquellos que consideran que todo este interés podría ser prematuro ya que el embargo continuará efectivo hasta que lo levante el Congreso, lo que aún podría tardar años en suceder. Estos movimientos responderían, de esta forma, a una estrategia de más largo alcance, ya que, según parecen considerar quienes están detrás de todos estos movimientos, una vez se levante el embargo, el apetito por consumir de los cubanos será enorme.
