El presidente de EEUU, Barack Obama, acaba de renovar por un año más la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, un estatuto de 1917 que sustenta el embargo económico impuesto a Cuba. Sin embargo, paradójicamente esta medida facilita el acercamiento entre los dos países. El presidente de EEUU, Barack Obama, acaba de renovar por un año más la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, un estatuto de 1917 que sustenta el embargo económico impuesto a Cuba. Sin embargo, paradójicamente esta medida facilita el acercamiento entre los dos países.
Se había especulado mucho en las últimas semanas sobre si el presidente de EEUU tomaría esta medida por el valor simbólico que tiene. En la actual fase de normalización de relaciones con la Isla existía el temor de que se interpretase como un paso atrás de la administración estadounidense, que obligase también a los cubanos a marcar territorio.
Sin embargo, desde el punto de vista pragmático, el presidente de EEUU no tenía otra alternativa. De no haber renovado esta ley, Obama perdería su capacidad ejecutiva de introducir una serie de medidas que puedan, al menos parcialmente, burlar los obstáculos que la Ley supone. Todo ello, sin que pudiese derogar la Ley, ya que no dispone de la mayoría suficiente en el Congreso para hacerlo.
Ahora, Obama sigue manteniendo su autoridad y «flexibilidad» para relajar las sanciones a Cuba mediante decretos ejecutivos. De hecho, en declaraciones a la agencia EFE, un alto funcionario de la administración estadounidense ha afirmado que la «renovación» de la Ley de Comercio con el Enemigo «maximiza la flexibilidad del presidente para administrar el embargo a Cuba y autorizar determinadas transacciones».
Además, el hecho de que tan sólo se haya ampliado la Ley por un año, ha hecho pensar a un gran número de analistas que la actual administración trabajará para que sea el propio Congreso el que finalmente levante el embargo. Una medida que, en todo caso, podría acercarse conforme se acerquen las elecciones de noviembre de 2016. Aunque estas se celebrarán antes de que finalice la prorroga de esta Ley, el 14 de septiembre de 2016, la perspectiva electoral podría cambiar algunas de las posiciones actuales.
