Las nuevas teconologías móviles y de transferencia de datos han permiten establecer una serie de redes entre cubanos que han dejado obsoleto el panorma de peligros que solía caracterizar a este fenómeno. Ahora, los ileños puede llegar a EEUU a través de diversos recorridos al tiempo qu evitan a los traficantes de personas, los conocidos como coyotes. Las nuevas teconologías móviles y de transferencia de datos han permiten establecer una serie de redes entre cubanos que han dejado obsoleto el panorma de peligros que solía caracterizar a este fenómeno. Ahora, los ileños puede llegar a EEUU a través de diversos recorridos al tiempo qu evitan a los traficantes de personas, los conocidos como coyotes.
Tanto es así que, según señala la Agencia Press, una travesía de unos 5.500 kilómetros por tierra se ha vuelto la ruta principal de la migración cuban a EEUU. Un cambio que también tiene sus implicaciones negativas ya que ha provocado nada menos que una pequeña «crisis regional». Y es que, pese a que, paradójicamente, las perspectivas para Cuba no hacen más que mejorar, se espera que este año unos 45.000 cubanos se desplacen desde países de Sudamérica hasta la frontera de EEUU.
El motivo de fondo es el temor a que la normalización de relaciones entre EEUU y Cuba termine con los privilegios migratorios de los que gozan los cubanos y que se remontan al principio de la Guerra Fría. De esta forma, muchos isleños piensan que es ahora o nunca, y 2015 será el año testigo del mayor desplazamiento de cubanos al extranjero desde el éxodo del Mariel en 1980.
Entonces hasta 125.000 personas salieron de la isla, pero lo hicieron por el estrecho rumbo a Miami. Es decir, no afectaba tanto a otros países de la región. Sin embargo, ahora, al utilizarse rutas por tierra, se ha generado una crisis fronteriza en Centroamérica. Los países de la zona incluso han pedido al gobierno de Estados Unidos que ponga fin al derecho automático que tienen los cubanos de pedir la residencia legal una vez que pisan suelo estadounidense.
Mientras tanto, el 10 de noviembre, un grupo de policías fronterizos de Costa Rica, con la ayuda de EEUU, detuvo a 12 personas sospechosas de ayudar a una banda internacional de «coyotes» a cobrar hasta 15.000 dólares a los cubanos por llevarlos a la frontera estadounidense. Además, los gobiernos de Centroamérica han convocado a una reunión de emergencia para tratar la crisis que tendrá lugar el martes en El Salvador.
Entre medias, acusaciones mútuas de La Habana a Washington a quien aquella señala como responsable de políticas migratorias que atraen a miles de cubanos, lo que provoca una fuga de profesionales. Por ello, al menos oficialmente, el Gobierno cubano comparte la tesis de legisladores cubano-estadounidenses que dicen que la Ley de Ajuste Cubano debería ir llegando a su fin.
Sin embargo, como indica AP, Observadores internacionales dicen que las políticas de Cuba también han impulsado este movimiento migratorio ya que hace que los cubanos descontentos se vayan, al tiempo que aumenta la cantidad de personas que envían remesas e inyectan efectivo a una economía hambrienta de divisas.
Y puede que no vayan tan desencaminados ya que hace tres años, el Gobierno de la isla eliminó el requisito de tramitar permiso de salida y también comenzó a permitir que los cubanos que establecieran su residencia en EEUU pudieran mantener sus propiedades en la isla y conservar el acceso a sus servicios sociales.
Lo que es seguro es que hay quienes ya se han adaptado y han empezado a beneficiarse de estos cambios. Así por ejemplo, la oficina local de Movistar en la frontera de Costa Rica y Nicaragua aumentó de dos a siete las furgonetas que venden a los cubanos celulares y planes de datos en esta frontera.
