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The New York Times pide derogar la Ley de Ajuste Cubano y el Programa de Parole

El periódico más influyente de Estados Unidos, The New York Times, ha solicitado hoy en un editorial que su país ponga fin a sus actuales políticas migratorias hacia Cuba a las que define como «una reliquia de la Guerra Fría que está dificultando la normalización de las relaciones entre Washington y La Habana». El periódico más influyente de Estados Unidos, The New York Times, ha solicitado hoy en un editorial que su país ponga fin a sus actuales políticas migratorias hacia Cuba a las que define como «una reliquia de la Guerra Fría que está dificultando la normalización de las relaciones entre Washington y La Habana».

En este sentido, la gran Dama Gris señala que el congreso estadounidense debe derogar una norma que tuvo sentido en un contexto como el de 1966 en el que Estados Unidos buscaba minar a un aliado soviético creando un mecanismo acelerado para admitir a los cubanos que decidiesen exiliarse. Aún más, el rotativo considera que si el Congreso no actúa, debería ser el propio presidente, Barack Obama, quien negocie un nuevo acuerdo migratorio con el Gobierno de La Habana.

Además, subraya que ha sido usado por Cuba como «un pretexto para imponer estrictos controles a su propia población» y que es también criticada por la oposición cubana, que considera que dificulta a la larga el cambio político en el país, así como la mayor apertura que se produciría si la normalización de relaciones entre ambas naciones se profundizase.

Más específicamente, el diario aboga por que Washington termine con un programa que anima a médicos y funcionarios cubanos en el extranjero a desertar. Es decir con el Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos, establecido por el gobierno de George W. Bush en 2006, que permite entrar en EEUU a los profesionales sanitarios de la isla que participen en misiones internacionales de su Gobierno.

Recordemos que la Ley de Ajuste Cubano de 1966 ofrece a los cubanos que llegan a Estados Unidos, independientemente de si lo han hecho legal o ilegalmente, un vía rápida a la residencia legal ya que se puede obtener después de 1 día y 1 año; y más tarde a la ciudadanía estadounidense.

No obstante, en la coyuntura actual The New York Times cree que el sistema sirve para ayudar a traficantes de personas en Latinoamérica y crear problemas a los países en los que operan, desde Ecuador a México. Una precisión que resulta de máxima actualidad dada la crisis migratoria que se ha originado en los últimos meses en Costa Rica ya que precisamente ante el temor al fin de esa política, decenas de miles de cubanos han tratado este año de alcanzar EEUU quedándose retenidos en ese país.

Precisamente por ello, a juicio del gran periódico de referencia internacional, el gobierno de Barack Obama se resiste a estos cambios ante el temor de que el anuncio del fin de esta medida provoque un avalancha de inmigrantes cubanos antes de que cambie la ley.

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