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La industria de cine estadounidense ya piensa en rodar en la Isla

El progresivo restablecimiento de relaciones entre Cuba y EE.UU., así como la cada vez mayor flexibilización del embargo aún vigente, ha permitido que la industria del gigante del entretenimiento ya tenga planes para el mercado cubano. Así, el programa de Conan O’Brien, la serie House of Lies o Netflix ya han anunciado proyectos en la Isla. El progresivo restablecimiento de relaciones entre Cuba y EE.UU., así como la cada vez mayor flexibilización del embargo aún vigente, ha permitido que la industria del gigante del entretenimiento ya tenga planes para el mercado cubano. Así, el programa de Conan O’Brien, la serie House of Lies o Netflix ya han anunciado proyectos en la Isla.

Es más, la industria estadounidense incluso ha comenzado a realizar seminarios como el que bajo el título ‘Rodar en Cuba’ se ha desarrollado esta semana en el Festival de cine cubano de Nueva York. Un ejemplo más de la inminencia del ‘desembarco’ de la gran fábrica de sueños y de cuál puede ser la magnitud de su impacto.

En esta línea se manifestó Catherine Murphy, directora que empezó a trabajar en Cuba hace ya más de 10 años, quien señaló que el número de profesionales de la industria estadounidense que la han contactado en los para rodar en la Isla no ha parado de crecer durante los últimos meses. Tanto es así que aseguró estar involucrada en ocho proyectos audiovisuales distintos.

Por su parte, el director cubano residente en Nueva York Asori Soto, destacó «las facilidades para rodar en la Isla» en la que los permisos no se demoran más de un mes. Si bien, como contrapartida, el realizador incidió en que debe tomarse la precaución de disponer de dinero en efectivo, ante las dificultades de usar la tarjeta de crédito, así como «hablar bien del lugar».

En el seminario también estuvo presente el director cubano Pavel Giroud quien señaló que, a su juicio, con el propósito de maximizar las ventajas de la nueva situación Cuba debería «crear una ley de cine, un fondo de ayuda para el desarrollo y beneficios fiscales para la emergente industria audiovisual».

En este sentido, Giroud destacó que «la última visita del presidente de EE UU, Barack Obama nos da algunas esperanzas de que ese desarrollo se pueda producir». No obstante, el director también mostró preocupación porque Cuba se pueda convertir en «un Hollywood barato gracias a la mano de obra a poco precio».

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