Para quienes siguen de cerca las breves jornadas de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) en la reciente sesión extraordinaria resultó casi tan llamativo como el contenido de los análisis, la reaparición de Marino Murillo, el superministro encargado de llevar adelante las lentas reformas de la economía cubana. Para quienes siguen de cerca las breves jornadas de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) en la reciente sesión extraordinaria resultó casi tan llamativo como el contenido de los análisis, la reaparición de Marino Murillo, el superministro encargado de llevar adelante las lentas reformas de la economía cubana.
Porque Murillo, que según algunos ?aparecía hasta en la sopa?, estaba prácticamente desaparecido de los medios desde hace tal vez más de un año y esa ausencia era percibida por muchos como un síntoma de que ?había truene en el ambiente? o incluso, para los menos optimistas, de que los cambios en la economía iban a dar marcha atrás.
Sin embargo, en la sesión fue el encargado de llevar buena parte de los análisis sobre las bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, los cambios a los Lineamientos del último congreso del Partido Comunista y lo que se ha dado en llamar Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista.
Murillo fue presentado con sus cargos de vicepresidente del Consejo de Ministros y jefe de la comisión encargada de la implementación y desarrollo de los Lineamientos, por lo cual ahora algunos afirman que ?con esa carga era lógico de estuviera desaparecido? porque ?no le debe alcanzar el tiempo para tratar de enderezar la economía?.
