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Compulsión en Cuba para el uso de tierras ociosas

Radio Bemba

Terreno agrícola

Las autoridades cubanas pondrán en práctica en el segundo semestre del año el denominado Impuesto por ociosidad de tierras agrícolas y forestales, mediante el cual pretenden que tanto los propietarios privados como las empresas del Estado le saquen la máxima utilidad a los terrenos aptos para la producción de alimentos.

Las autoridades cubanas pondrán en práctica en el segundo semestre del año el denominado Impuesto por ociosidad de tierras agrícolas y forestales, mediante el cual pretenden que tanto los propietarios privados como las empresas del Estado le saquen la máxima utilidad a los terrenos aptos para la producción de alimentos.

Al respecto, Vladimir Regueiro, funcionario del Ministerio de Finanzas y Precios, advirtió que no se trata de un impuesto meramente recaudatorio, sino de un instrumento que incite a la explotación eficiente de los suelos, aunque el dinero acopiado por tal concepto se empleará en el desarrollo de planes agropecuarios en el país.

La medida, en principio parece bien justificada, en un país donde uno de los principales problemas es la carencia de alimentos, muchos de los cuales se pueden producir en la isla, que para satisfacer al mínimo las necesidades de la población debe hacer mil millonarias importaciones a pesar de sus apretadas posibilidades financieras.

Según muchos, los impuestos tampoco resultan tan onerosos como para tener un efecto contraproducente, pues según la categoría de los suelos quienes posean tierras ociosas, sin justificación, en una escala que va desde 180.00 pesos por hectárea (unos 8.00 CUC) los mejores terrenos, hasta 45.00 (menos de 2.00 CUC) los menos fértiles.

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