Pese a que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha supuesto un evidente alejamiento de la política de ‘deshielo’ hacia Cuba impulsada por su predecesor, Barack Obama, así como una renovada hostilidad entre los Gobiernos de los dos países; hay, al menos, un aspecto en el que las autoridades caribeñas se están mostrando dispuestas a seguir la plena cooperación con el Departamento de Estado.
Pese a que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha supuesto un evidente alejamiento de la política de ‘deshielo’ hacia Cuba impulsada por su predecesor, Barack Obama, así como una renovada hostilidad entre los Gobiernos de los dos países; hay, al menos, un aspecto en el que las autoridades caribeñas se están mostrando dispuestas a seguir la plena cooperación con el Departamento de Estado.
Se trata de adaptar su sistema financiero «para situarlo en línea con los mejores estándares internacionales», tal y como solicitó el departamento ejecutivo federal responsable de las relaciones internacionales de EE.UU. en su informe de hace aproximadamente un año para el Control Internacional de Narcóticos, centrado en realidad en el lavado de dinero y en los crímenes financieros.
Así, autoridades del sector en el país caribeño se reunieron ayer en Washington D.C. con sus homólogos estadounidenses en el que fue el segundo encuentro técnico sobre prevención y medidas para afrontar el lavado de activos. Un nuevo hito en el trabajo que la Isla viene desarrollando desde hace meses para acabar con este tipo de alegaciones a la integración internacional de su sistema bancario.
En concreto, según ha transcendido por la prensa oficial cubana, la delegación de la Isla la integraron representantes del Ministerio del Interior, el Banco Central de Cuba, la Fiscalía General de la República y el Ministerio de Relaciones Exteriores; mientras que por parte estadounidense participaron funcionarios de los Departamentos de Seguridad Interna, Justicia, Estado, Salud y Servicios Humanos y Tesoro.
Respecto al contenido de la reunión, se abordaron las tendencias a nivel regional, las principales experiencias en el enfrentamiento al lavado de activos y los próximos pasos que se adoptarían para avanzar en la colaboración bilateral, entre los que Cuba enfatizo la necesidad de incrementar la cooperación entre las autoridades de los dos países.
