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¿Paso atrás en las reformas o globo sonda del Gobierno cubano?

Bandera de Cuba

Después de que éste haya estado circulando entre una serie de empresarios privados y expertos de la Isla, la agencia Reuters ha tenido acceso a un borrador que consiste en una serie de nuevas regulaciones económicas a través de las cuales las autoridades cubanas pretenderían retomar parte del control que habían cedido al incipiente sector privado del país y limitar el emprendimiento.

Después de que éste haya estado circulando entre una serie de empresarios privados y expertos de la Isla, la agencia Reuters ha tenido acceso a un borrador que consiste en una serie de nuevas regulaciones económicas a través de las cuales las autoridades cubanas pretenderían retomar parte del control que habían cedido al incipiente sector privado del país y limitar el emprendimiento.

Pese a que el plan no se ha difundido públicamente y Reuters reconoce que no pudo verificar independientemente su autenticidad; este documento se interpreta como una señala más de la incertidumbre que existe sobre cuál ha ser la dirección de la política económica del país. Especialmente, en el momento en que la Isla se prepara para que Raúl Castro abandone la Presidencia.

De hecho, ya en diciembre, el considerado ‘zar’ de las reformas, el vicepresidente Marino Murillo, había adelantado que se producirían regulaciones más estrictas para el sector privado que casi se ha cuadriplicado en lo que va de década hasta representar aproximadamente el 12% de la fuerza de trabajo.

Pero el nuevo documento va incluso más allá, lo que podría ser un indicio de que el gobernante Partido Comunista Cubano (PCC) teme que se esté yendo demasiado lejos y demasiado rápido. No obstante, algunos analistas también especulan con que el borrador se haya filtrado para medir a la opinión pública y ser posteriormente revisado.

En concreto, entre las medidas más significativas se incluye, por ejemplo, la creación de una nueva división del Ministerio del Trabajo que gestione y controle el llamado «trabajo por cuenta propia».

O, por ejemplo, se limitaría a solo una licencia por casa la posibilidad de operar un restaurante, una cafetería o un bar, limitando a 50 el número de asientos por establecimiento; mientras que, en la actualidad, los restaurantes privados más exitosos de La Habana tienen varias licencias que les permiten capacidad para 100 personas o más.

Y es que, si bien Murillo ya había anunciado en diciembre la limitación de las licencias de negocios a una actividad por empresario; algunos emprendedores esperaban sortear las nuevas medidas transfiriendo a otros miembros de sus familias las autorizaciones para ejercer diferentes modalidades de actividades que, por otra parte, ya se habían visto reducidas de 201 a 122.

Además, el Gobierno cubano había aumentado las críticas al ?enriquecimiento? y reforzado los castigos contra la evasión de impuestos, como respuesta a la fuente de tensión que ha supuesto en la Isla la relativa prosperidad de algunos empresarios cubanos; en particular de aquellos que trabajan en el sector turístico y reciben pagos en moneda foránea.

En la misma línea, en el documento de 166 páginas, fechado el 3 de agosto de 2017 y firmado por Marcia Fernández Andreu, jefa adjunta de la secretaría del Consejo de Ministros de Cuba, se establece que dicho decreto «fortalece el control a nivel municipal, provincial y nacional? sobre el sector privado. Asimismo, se establece que las las medidas aplicadas a las infracciones serán más ?rigurosas?.

 

Con todo, el propio documento reconoce que las resoluciones, preparadas por la comisión de reformas, aún ha de ser enviadas a los órganos provinciales y regionales de administración para consultas; mientrs que, según apunta también Reuters, las autoridades cubanas aún no se han manifestado en torno a estas revelaciones.

 

 

 

 

 

 

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