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Cuba y México se reparten la Plataforma del Golfo

La Habana

El Tratado Cuba-México por el que ambos países establecen, conforme al derecho internacional, el límite de la plataforma continental entre la República de Cuba y los Estados Unidos Mexicanos en el polígono oriental del Golfo de México más allá de las 200 millas náuticas, ha entrado hoy en vigor.

El Tratado Cuba-México por el que ambos países establecen, conforme al derecho internacional, el límite de la plataforma continental entre la República de Cuba y los Estados Unidos Mexicanos en el polígono oriental del Golfo de México más allá de las 200 millas náuticas, ha entrado hoy en vigor, según ha informado el Ministerio de Exteriores del país caribeño en su propia página web.

Un acuerdo que fue firmado en La Habana el 18 de enero de 2017 y cuya importancia reside en el potencial económico de la citada zona, ya que se cree que en ella podrían existir grandes yacimientos de petróleo y gas. Sin embargo, la indefinición de las fronteras marítimas más allá de las 200 millas náuticas, ha retrasado la concreción de proyectos de inversión. 

Se trata de lo que se ha dado en llamar el «agujero de la dona» ya que, según las leyes internacionales, todo país tiene derecho a explotar los recursos encontrados dentro de las 200 millas desde su costa, pero en el caso de que estas proyecciones se sobrepongan es necesario un acuerdo para su explotación entre los países afectados.

De ahí, la necesidad de un tratado o tratados entre Cuba, EE.UU. y México: los tres países con derechos sobre dicha zona del Golfo, ya que ésta se encuentra situada frente a las costas del estado mexicano de Yucatán, el estadounidense de Luisiana y la región noroccidental de Cuba.

Y, precisametne, por ello, tras el «deshielo» en las relaciones entre EE.UU. y Cuba, que restablecieron vínculos diplomáticos en julio de 2015, los tres países iniciaron la negociación sobre la delimitación de las fronteras que, en enero del año pasado, se tradujo también en la firma de otro convenio similar al firmado con México entre la Isla caribeña y EE.UU.

Sin embargo, en este último caso, el tratado aún debe ser ratificado por el Senado estadounidense; un aspecto sobre el existen cada vez mayores interrogantes debido al giro en el ‘deshielo’ con Cuba que se ha producido tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y que podría retrasar aún más la llegada de unas inversiones que la entrada en vigor del acuerdo entre la Isla y México debería alentar.

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