En una de las pocas apariciones televisivas que ha realizado desde que se hizo oficial su nombramiento, Salvador Valdés, nuevo secretario general de la Confederación de Trabajadores Cubanos (CTC), ha asegurado que el nuevo reglamento laboral, que debía entrar en vigor el próximo 1 de enero, quizá se retrase, al menos, hasta mayo de 2007. En una de las pocas apariciones televisivas que ha realizado desde que se hizo oficial su nombramiento, Salvador Valdés, nuevo secretario general de la Confederación de Trabajadores Cubanos (CTC), ha asegurado que el nuevo reglamento laboral, que debía entrar en vigor el próximo 1 de enero, quizá se retrase, al menos, hasta mayo de 2007.
Valdés argumenta que hasta entonces no habrá tiempo real de completar el proceso de discusión al que debe someterse el nuevo decreto para que sea realmente efectivo. Y también que para que la ley pueda conseguir los objetivos que pretende esta discusión es vital porque se requiere el compromiso de los trabajadores cubanos con las normas.
El secretario general de la CTC, sin embargo, considera de vital importancia para el país que esta normativa entre en vigor con la mayor celeridad posible y sin perder en los debates ninguno de los puntos fundamentales de su contenido.Las nuevas normas prevén sanciones mucho más duras para los trabajadores, de cualquier categoría, que realicen prácticas cercanas a la corrupción. Y, prácticamente desde su anuncio, que se efectuó sólo un mes después de que Fidel Castro cediera el poder y casi en paralelo con el cambio de responsable del sindicato, la prensa del país, aparece plagada de la narración detallada de distintos escándalos, de mayor o menor calado, en los que se han hecho patentes los supuestos que la nueva ley va a castigar con mayor dureza.
