Se le esperaba, no estuvo y no pasó nada. Finalmente, las conmemoraciones del 1 de mayo en La Habana, en un acto que contó con la presencia de cientos de miles de personas, se celebraron sin la presencia de Fidel Castro, el líder que lleva ya nueve meses retirado del poder por culpa de una enfermedad intestinal. Se le esperaba, no estuvo y no pasó nada. Finalmente, las conmemoraciones del 1 de mayo en La Habana, en un acto que contó con la presencia de cientos de miles de personas, se celebraron sin la presencia de Fidel Castro, el líder que lleva ya nueve meses retirado del poder por culpa de una enfermedad intestinal. Y, en este caso, los rumores se habían extendido por La Habana y muchos daban por hecho que aprovecharía tan señalada fecha para reaparecer en público, ante las noticias de que ya se encuentra casi plenamente recuperado. Incluso, el presidente boliviano, Evo Morales, había insinuado algo así. Aunque ciertos observadores tuvieron alguna pista previa de que Fidel no estaría en la tribuna, cuando el presidente venezolano, Hugo Chávez, aseguró que no tenía noticias de que el líder cubano fuese a presidir los actos convocados en La Habana.
Pero lo cierto es que se produjo la ausencia y, fuera de alguna desilusión puntual, no sucedió nada más. Excepto quizá que se volvió a confirmar, una cierta consolidación del “consejo de regencia” que dirige Raúl.
Ante la ausencia de noticias, muchos diplomáticos internacionales que trabajan en la capital cubana observaron la tribuna de presidencia del acto habanero, para encontrar pistas en la liturgia y en la puesta en escena que indiquen por dónde soplan los aires políticos en el país. Y, en esa tribuna, Raúl apareció arropado de la cúpula de las Fuerzas Armadas. Algunos destacaron el escaso protagismo en el acto de figuras como la del canciller, Felipe Pérez Roque, que llegó a sonar como posible sucesor de Fidel, poco antes de la cesión de poderes. Estos mismos observadores apuestan ahora por una paulatina apertura, muy modulada, de la economía cubana hacia el exterior. Y también relacionan el levantamiento de la prohibición a la importación sin fines comerciales de los lectores de DVD, con un posible signo de que los viajeros van a tener menos problemas con los aduaneros cubanos.



